En la planta alta del Mercado Lucas de Gálvez se ubica “Las Very Good del Ejidatario”, local donde se ofrecen platillos tradicionales yucatecos, como el chocolomo, el mondongo, sin faltar el relleno negro y hasta caldos de pescado, camarón y langostinos los domingos.
Victoria Sosa Bazán, propietaria del establecimiento, comentó con mucho orgullo que son más de 40 años los que tiene este local que inició su padre don Santiago, que en su momento recibía a un gran número de habitantes de los ejidos del interior del estado, razón por la que no dudó en ponerle a su negocio, en agradecimiento a sus principales clientes: El Ejidatario, que en días pasados sirvió como locación para una telenovela.
-Estuvo por aquí hace unos días Conchi León que tiene el proyecto “Manantial del Corazón”. Vino con dos actores y el camarógrafo y usaron como locación la cocina, pero también desde aquí han transmitido muchos youtubers, que quién sabe qué dicen en inglés; lo único que entendemos es cuando después de comer dicen “very good”– dijo Victoria, quien no perdió su amabilidad durante la entrevista, a pesar de que se la pasó prácticamente con un ojo al gato y otro al garabato, atendiendo al público y al reportero.
Y después de servir un plato de chocolomo acompañado de sus avíos, la joven, que desde los 13 años se involucró en el negocio junto con sus hermanas Laura y Cristina, y luego con Verónica y Vanessa, hizo una pausa para recordar con mucho cariño a su padre, don Santiago de Jesús Sosa Balam, quien falleció hace dos meses.
En la última ocasión en la que don Santiago platicó con el reportero de Punto Medio, durante un buen rato charló sobre la construcción del mercado y los cines que habían en la ciudad antaño y de muchas de sus aventuras juveniles.
–Se fue a los 76 años, y nos dejó con su ejemplo una muestra de que cuando se quiere se pueden lograr las cosas. Le dio polio desde temprana edad y fue minusválido, pero con su trabajo diario logró adquirir estos locales que hoy son la fuente de sustento de mi madre, Laura del Carmen Bazán Valle, quien todos los días se encarga de preparar la comida desde las seis de la mañana–señaló emocionada Victoria.
En la actualidad, el modesto pero limpio local recibe, especialmente en período vacacional, a decenas de clientes que llegan de Guadalajara y Monterrey, muchos por recomendación de sus coterráneos y otros que regresan a comer con “El Ejidatario” cada vez que tienen la oportunidad de estar en la ciudad, como ocurre con gente de lugares más cercanos, como Villahermosa o Campeche.
-También atendemos a muchos extranjeros que viven en los alrededores de Santiago y que vienen a comer con nosotros platillos auténticos yucatecos, como el frijol con puerco que tenemos todos los días al igual que el puchero de tres carnes, la sopa de lima, o el puerco entomatado, como se come en las casas de los yucatecos– indicó la entrevistada, y aseguró “que quien prueba repite”.
Característico de “Las Very Good del Ejidatario” es la comida corrida, que incluye de entrada la sopa de fideos, o consomé de pollo o res, más cualquiera de los más de 20 guisados que se ofrecen a diario, así como las milanesas o el poc chuc, por supuesto, todo acompañado de arroz, frijol y tortillas, todo por 65 pesos.
-Cuando estén cerca del mercado, que no les dé flojera subir las escaleras. Les aseguramos que si vienen a comer con nosotros se van a ir satisfechos–concluyó.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel
