Carrie Frances Fisher, mejor conocida como Carrie Fisher o por interpretar el papel de la princesa Leia Organa en la trilogía original de Star Wars, falleció este martes 27 de diciembre de 2016 a los 60 años de edad; ahora, más allá de su interpretación popularmente conocida, te proporcionaremos algunos datos curiosos de la actriz, hija del cantante Eddie Fisher.
Los expertos de la farándula estiman que Carrie Fisher nunca logró otro papel de mayor relevancia que el de la princesa Leia Organa, aunque destacó en el trabajo cinematográfico de Hannah y Sus Hermanas —del director neoyorkino Woody Allen— y escribió una autobiografía intitulada Postales desde el filo (Postcards from the Edge).
Aquí otras de las actrices que deseaban adueñarse de su legendario papel en Star Wars, y que hicieron audición, pero fueron rechazadas: Farrah Fawcett, Jessica Lange, Glenn Close, Sigourney Weaver, Meryl Streep, Angelica Huston, Kim Basinger, Cybill Sheperd, Sissy Spacek y Geena Davis”.
El cantante Paul Simon le compuso y dedico la canción Hearts and Bones: se trata de una canción biográfica que habla de las distintas etapas de su turbulenta relación, antes de que decidieran casarse; fiel a lo ocurrido durante el noviazgo, el matrimonio sólo duró unos meses; el primer verso es una recreación de la novela de Walter Scott, El Judío Errante; por otra parte:
No estaba conforme con el vestuario que tuve que utilizar en las películas de Star Wars. Odiaba el vestido blanco de A new Hope, pero el que más detesto fue el bikini de El retorno del Jedi porque podía verse prácticamente todo”, aseguró en una entrevista.
La guerra contra su personaje inolvidable… “Leia Organa”
La actriz Carrie Fisher tenía solo 20 años cuando se estrenó Star Wars y el inmediato y gigantesco éxito de la película, unido a su desorden bipolar, la llevó a una espiral de drogas de la que tardó muchos años en salir, pero pese a todo, siempre estuvo agradecida al personaje de princesa Leia.
Fisher aseguró que empezó a consumir cocaína en 1980 durante el rodaje de The Empire Strikes Back.
En el libro Wishful Drinking (2009), Fisher relató abiertamente y sin pudor sus problemas con las drogas y con su enfermedad, un trastorno bipolar que le diagnosticaron cuando era una adolescente y que le costó mucho tiempo asumir y entender.
Durante años no supo controlarse, rechazaba los tratamientos que le proponían los médicos y actuaba por impulsos. Uno de ellos le llevó a casarse con el cantante Paul Simon.
El matrimonio duró menos de un año -de agosto de 1983 a julio de 1984- pero la pareja continuó su relación después del divorcio.
La relación se rompió definitivamente pero sus problemas con las drogas y con su enfermedad continuaron durante años. “A veces solo puedes encontrar el paraíso cuando regresas lentamente del infierno”, escribió Fisher en su libro.
Porque la escritura fue la forma en la que la actriz pudo hacer frente a sus adicciones y a sus fantasmas: al peso de ser hija del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, el del tremendo éxito de Star Wars, el de sus problemas mentales, y el de sus relaciones fallidas.
Comenzó con su primera novela, Postcards From The Edge, que publicó en 1987 y que era una historia claramente autobiográfica, aunque ficcionada.
–Excélsior
