El papa Francisco pidió “una acogida humana y digna” para los migrantes de Moria, el mayor campo de refugiados en Europa.
Tras la oración del Ángelus, el sumo pontífice señaló que el incendio en el campo de Moria, en la isla griega de Lesbos, deja a “miles de personas sin refugio, ni siquiera precario”.
—Esta siempre vivo en mí el recuerdo de la visita allí, y el llamamiento lanzado junto con el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo Jerónimo de Atenas, para garantizar una acogida humana y digna a las mujeres y hombres migrantes, a los refugiados, a los que buscan asilo en Europa. Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las víctimas de estos dramáticos acontecimientos —dijo Francisco.
Un fuerte incendio que se desató el pasado miércoles en el campo de Moria dejó a la intemperie a la mayoría de los casi 13,000 solicitantes de asilo hacinados en el campo. En una primera etapa serán realojados en un ferri y en dos embarcaciones enviadas a Lesbos por la Armada griega.
El siniestro, que según los medios griegos podría haber sido provocado, ocurrió tras conocerse que 35 refugiados habían dado positivo en las pruebas del coronavirus.
En las primeras horas después del incendio hubo enfrentamientos entre la policía y los refugiados, que intentaron abrirse el paso hacia la capital de la isla, Mitilene. En Lesbos se declaró una emergencia por cuatro meses. Varios países europeos quedaron en ayudar.
Texto y foto: Agencia