Con 61 años en la industria panificadora, don Rafael Vázquez Ávila tiene muy claro que la innovación y la disciplina son fundamentales para alcanzar el éxito
Para don Rafael Vázquez Ávila, fundador de “El Retorno”, 61 años en el negocio de la panificación significan todo un legado de aventura, aprendizaje, carácter, pero sobre todo disciplina e innovación, algo que ha sido motor para dar un “gran salto”.
Próximo a ceder la estafeta de la empresa a su hija mayor, Teresita del Niño Jesús, este febrero, don Rafa, como le llaman sus conocidos compartió para Peninsular Punto Medio, algunas impresiones sobre esta empresa de tradición yucateca. El gran salto de panadería grande a empresa.
-¡Sí, ojalá!– respondió don Rafael con firmeza, al comentario de que una empresa no necesita estar acorde a sus tiempos ni actualizarla.
-Nosotros estamos en un paso “doloroso” si se quiere ver así, hemos avanzado unos tres años, y diría que nos faltan al menos unos nueve más en el camino. Pero vamos de panadería grande a empresa. Estamos consolidando la marca. Nos tomará al menos unos nueve años más- señaló.
En las oficinas centrales en la colonia Cortés Sarmiento, en el oriente de la ciudad, tiene una habitación donde se dedica a la investigación, y pasa horas experimentando cómo hacer mejor el pan, probando nuevos productos e insumos, en fin, desarrollando nuevas cosas.
Don Rafael tiene 48 años de casado con la señora Teresa de Jesús Loeza Moreno, con quien procreó cuatro hijos. La mayor, y quien será la responsable ahora del negocio, Teresita de Jesús; Edith María, Rafael y Lucía Margarita.
-Ahora voy a dedicarme a estar en casa y descansar –bromeó don Rafael, aunque reconoció que desea centrarse en cuidar su salud, y la de su esposa. Viajar si es posible.
Y es que para él el tiempo ha volado, y parece que fue ayer cuando empezó con esta gran tradición, pues tenía a penas 11 años cuando todo empezó. Todo gracias a una familia que por azares del destino ejercía el oficio de panadero.
Don Rafael recuerda a su abuelo paterno, Petronilo Vázquez Madera, quien trajo a Yucatán la panadería “La Reina”, al igual que a sus padres, Joaquín Vázquez Molina y Fernanda Mirbella Ávila Franco, quienes también se dedicaron al oficio.
De ellos aprendió la disciplina laboral, trabajar desde muy temprano con los primeros rayos del sol. Por lo que no duda en tratar de transmitir esa actitud que heredó de sus ancestros a sus colaboradores.
Para don Rafa, la actitud de una persona que busca superarse, con hambre de triunfo, es como encontrar un diamante en bruto.
Y a propósito de sus colaboradores, aprovechó para felicitar a los maestros panaderos que le ayudaron a sacar la demanda de roscas de reyes el pasado 6 de enero. Un proceso de casi un año que se evalúa en un solo día.
“El 6 de enero es la fecha más importante para los panaderos, y de verdad, me encuentro muy satisfecho con lo que los maestros panaderos hacen cada año”, manifestó don Rafa, y destacó la diferencia entre los corporativos, que preparan roscas comerciales, y los panaderos de oficio.
¡Simplemente el sabor y la calidad, no son iguales!, afirmó.
Texto: Iván Duarte
Fotos: Cortesía