El secreto de “Star Wars”

Por: Alejandro Fitzmaurice

 

En el prólogo de “Robinson Crusoe”, don Alfonso Reyes confiesa que le gustaría volver a ser niño sólo para releer la novela de Daniel Defoe con ojos inocentes.

La verdad me extrañó un poco aquella opinión, pero ya sumergido en la lectura de la novela de ese inglés por tercera vez en mi vida, entendí que don Alfonso estaba en lo cierto: los años nos llevan a idealizar esa obra, aunque, ojo, tampoco es un bodrio.

Sí tiene algunos fragmentos francamente prescindibles, no obstante, uno sigue saltando del sofá cuando aparece “Viernes”, el esclavo negro que Robinson rescata. A partir de allí, las emociones se desbordan.

En resumen, no es perfecta, pero sí es un clásico y algo semejante me ocurre con “Star Wars”.

Quién sabe qué magia se esconde tras la invención de George Lucas para que una generación tras otra sigan cayendo rendidas ante los encantos de la Fuerza y la dinastía de un apellido que, en español, se escribiría “Trotacielos”.

Según algunos entendidos, el éxito de la saga reside en que se adecúa perfectamente a una fórmula narrativa probada para contar historias que emocionen: “El viaje del héroe”, desarrollada por el profesor norteamericano Joseph Campbell.

Esta teoría, modelo o paradigma narrativo –comentada eternamente por distintos teóricos del guión– establece que el protagonista de un relato épico atraviesa por varias fases que compondrán la totalidad de su aventura.

Don Lauro Zavala le llama “narrativa mítica” y nombra doce etapas que me permito ejemplificar con “Una nueva esperanza”.

1) Presentación del mundo ordinario (Luke con sus tíos en Tatooine), 2) Llamado a la aventura (las ganas del futuro jedi por largarse), 3) Aparición del viejo sabio (Ben Kenobi), 4)Presentación del mundo especial (el maestro Jedi le habla del conflicto en la galaxia) 5) Adiestramiento del candidato (Obi Wan quiere entrenarlo y empieza a hacerlo tras el escape con Han Solo), 6) Primeras heridas (muerte de los tíos), 7) Visita al oráculo (búsqueda de la Princesa Leia), 8) Descenso a los infiernos (llegada a la Estrella de la Muerte), 9) Desaparición del sabio anciano (Kenobi “muere”), 10) Salida de los infiernos (escape de la Estrella de la Muerte), 11) Prueba suprema (batalla de Hoth) y 12) Vuelta al hogar (Luke no regresa a Tatooinne, pero sí a la base rebelde con los suyos).

Tras exponer, la pregunta obligada entre mis estudiantes es: ¿Funciona? Yo creo que sí, pero escribir historias no es sólo seguir recetas.

Las teorías son guías, mapas para no perderse tanto.

De lo contrario, estaríamos todos muy felices quemando dólares a la Pablo Escobar desde Hollywood. El talento es el talento.

De vuelta a la calidad de la “Guerra de las Galaxias” tengo poco que decir. Cuando me han preguntado qué errores le veo, suelo quedarme callado.

Por supuesto, los tiene. Tampoco es perfecta ni la vamos a poner a la altura de “Odisea 2001”. Sólo no sé notarlos.

Las entregas de “Star Wars” me siguen hipnotizando, y como muchos de ustedes, estoy esperando el viernes para lanzarme al cine y volver a ser niño en la butaca.

Termino con una confesión para que se entienda cuánto se nubla mi criterio: ni siquiera me molesta tanto “Jar Jar Binks”.

1 Comment

  1. Davo
    diciembre 16, 2016 - 5:36 pm

    En lo personal, a mi me encanta la historia del personaje de Anakin Skywalker y su transformación de héroe a villano (Darth Vader). Como olvidar esa frase de Obi Wan Kenobi: “Tú eras el elegido” ¡Se suponía que ibas a traer el equilibrio a la Fuerza, no ha hundirla en la oscuridad!

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