1 FRUTAS CON CHILE: XEK
Ya sean mandarinas, mangos, naranjas, toronjas y jícamas, o todo junto para un “xek”, las frutas con chile y limón son un antojo que aplaca el espíritu. Se acerca el Día de Muertos y con ello la mezcla de olores y sabores, el mucbil pollo, el platillo por excelencia de estas fechas siempre necesita de un contraste ante el exceso de manteca, y para ello qué mejor que un delicioso “xek”, que equivale a la ensalada del menú de los muertos y, por supuesto, de los vivos.
2 KIBIS
Esta albóndiga de trigo frita es uno de los antojos preferidos de los yucatecos y se le puede encontrar en cualquier parte del Estado; en cualquier calle o esquina, en la playa, en el béisbol, en el fútbol, frente a las escuelas, en los paraderos y hasta en los mítines políticos, eso sí, siempre dentro de una pecera, junto al repollo, cebolla y chile habanero.
3 ELOTES SANCOCHADOS
¿Qué yucateco no ha disfrutado de unos ricos elotes sancochados luego de una tarde de lluvia? Con chile y limón es la manera más simple de degustar este vegetal que nos acompaña siempre en las fiestas de los pueblos. Al igual que otros antojos, los elotes se pueden encontrar en cualquier parque, mercados, calles y cruceros. Actualmente, se pueden degustar con queso, mayonesa, crema, doritos en polvo, y como esquites se les puede agregar hasta cacahuates.
4 DAYSI Y CHILE JALAPEÑO
Sin duda la comida yucateca es única y deliciosa, pero sobre esta combinación se desconoce su origen. Los charritos con chile jalapeño, jamón y queso daysi acompañan los mejores momentos con los compañeros de la oficina cuando no hay mucho dinero porque es fin de quincena; también, son ideales para celebrar un cumpleaños cuando no hay para el pastel, además de que afianzan los lazos de amistad porque para disfrutarlos hay que hacer “coperacha”. Por eso su gran virtud es que es un manjar económico.
5 MARQUESITAS
Este antojo yucateco se puede encontrar en cualquier parque o calles del centro de la ciudad. El barquillo es uno de los preferidos de los yucatecos y de turistas porque está relleno con el emblemático queso de bola, y si es Gallo Azul pues mucho mejor. Como suele ocurrir en la gastronomía, ahora este dulce puede ir relleno de mermelada, nutella, leche condensada y más. Lo cierto es que es muy rico, aunque sí, al final es muy empalagoso.
