Entre hilos y seda…

Era la más esperada de las tardes. Los niños que estaban enfermos en el hospital iban a recibir una agradable visita. Algunos incluso llevaban allí meses, y necesitaban mucha dosis de energía y de amor… Aguardaban todos ellos expectantes en una de las salas de juegos…

Y de pronto llegaron…

La chica era diseñadora de moda. El chico era novillero. Los dos amaban el toreo con toda su alma y con todas sus fuerzas. Se presentaron a los pequeños y entre los dos les leyeron varios cuentos. Después les hablaron de sus trabajos. Fue muy divertido…

Los pequeños se divirtieron…

Hicieron muchas preguntas. Querían saber còmo se hacía una falda de esas de princesita. O còmo se dibujaba en el viento una verònica. Resultò una tarde de otoño muy entrañable y cálida. Y las sonrisas se escribieron en cada rostro infantil…

Luego sirvieron la merienda…

La chica se llamaba Silvia. Como era 3 de noviembre estaba de santo. El chico se llamaba Carlos. Estaría de santo al día siguiente, el 4. En realidad eran tía y sobrino, y se querían mucho. Obsequiaron a los niños con algunas hermosas sorpresas…

Luego, como aventura final, entre todos decoraron con pinturas una pared de la sala. Titularon la obra Entre hilos y seda, por el diseño y los lances taurinos. Quedò genial!

Dedicado a mi querida hermana Silvia
Dedicado a mi sobrino Carlos Corradini
Dedicado a Luisito, con todo cariño

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