Ejidatarios de diversos municipios tomaron ayer las oficinas de la Procuraduría Agraria en demanda de la destitución de su delegado en Yucatán, Alfredo Ramírez Gómez, a quien señalan de presunta corrupción y de propiciar el despojo de tierras. Los quejosos llegaron al sitio las 11 de la mañana, entraron al inmueble y retiraron a los funcionarios que antes cerraron sus oficinas, mientras que el delegado, al enterarse del asunto, no se presentó al lugar.
La calle 66 entre 61 y 63 fue cerrada por completo al tráfico por seguridad de los más de mil ejidatarios que con sus familias participan en este plantón, lo que ocasionó serios embotellamientos en los alrededores.
El asesor jurídico Salvador Arteaga Trillo dijo que sus representados se mantendrán en el lugar de manera indefinida que su petición sea escuchada y atendida de manera favorable.
—El grueso de los manifestantes regresa a sus comunidades a partir de las 5 de la tarde y se quedará una guardia de 200 personas en las instalaciones que ahora sirven para que por momentos se utilicen como refugio para guarecerse del sol y para usar los servicios sanitarios —señaló el entrevistado, quien adelantó que se integrará una comisión que viajará a la Ciudad de México para exponer sus quejas en contra del delegado Ramírez Gómez ante la Secretaría de la Función Pública, así como a diputados federales y senadores.
En el lugar se encontraban vecinos de Ucú, Tetiz, Hunucmá, Kanasín, Chocholá, Seyé, Samahil y Tecoh, entre otros municipios, que junto con sus comisarios ejidales relataron a los representantes de los medios la manera en la que han sido afectados por actos del delegado que, afirmaron, sobrepasan del ámbito de sus funciones. Utiliza a la institución como si fuera su despacho particular para extorsionar y amenazar —dijo un milpero de Tecoh.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel
