Desde hace medio siglo, María Guadalupe Manrique Toraya puso la semilla de esta insdustria que se ha consolidado
Concluyó la edición 25 de la Expo Construcción en El Siglo XXI, donde además de observar maquinaria y equipos innovadores, también tuvimos la oportunidad de conocer a la señora Silvia del Rocío Martínez Manrique, quien acompañada de su hija Karla, ofrecía a los asistentes al magno evento hermosas guayaberas y blusas bordadas, sin duda hermosas creaciones que su familia elabora en Tekit, población que merecidamente es conocida como la capital de la Guayabera.
Doña Silvia nos platicó que fue su mamá, María Guadalupe Manrique Toraya, quien hace medio siglo puso la semilla de esta pequeña industria familiar que a lo largo del tiempo se ha consolidado, y que inclusive ha sido merecedora de distinciones como el que la Asociación de Bancos de México le entregó hace unos días de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El reconocimiento se lo dieron a mi esposo Juan Manuel Estrada Balam, pero como no pudo acudir por causas de fuerza mayor, yo subí al estrado para recibirlo”, comentó la señora Silvia, quien nos recuerda que fue a partir de que su mamá era sastre (y además de pantalones, confeccionaba guayaberas), fue que todos los integrantes de la familia se involucraron en la fabricación de esta prenda que en la actualidad representa a Yucatán en todo el mundo.
“Ella trabajaba en una fábrica aquí en Mérida, pero le pagaban poco, así es que decidió regresar a Tekit y allá comenzó a enseñar a la familia, ella ya descansó, pero nos dejó como la más preciada herencia su enseñanza, en la actualidad, mis tías se encargan del diseño, mis hermanas intervienen en el bordado, mis primos hacen alforzas, y nosotros de vender en las expos”, comenta la señora Silvia.
En esta historia de éxito, don Juan Manuel Estrada Balam, esposo de Silvia, tuvo un papel muy importante, ya que de entrada la marca comercial lleva su apellido: Creaciones Balam, pues cuando comenzaba esta aventura, mientras su esposa y su suegra confeccionaban las guayaberas, él salía a venderlas.
Respecto a los diseños de las prendas que tienen diferentes bordados y figuras hasta de superhéroes a lo largo de la alforza, que es algo que no solamente llama la atención de los niños, sino hasta adultos, Karla comenta que ella y sus hermanas se encargan de hacer los dibujos en libretas, para luego pasarlos a una máquina de bordado electrónico, que es su más reciente adquisición.
“Hay diseños muy bonitos que tienen en las guayaberas que ya no son solo blancas pues vienen en diferentes colores, como es el caso de las ‘guayamisas’, son las que ya no tienen bolsillos como la tradicional que es de cuatro bolsas, donde se guardaban las guayabas”, dice nuestra entrevistada, quien nos comenta que la prenda ha evolucionado y que hoy es la preferida para utilizarse en bodas, fiestas y eventos formales.
“Esto es muy bonito porque nuestra cultura avanza y trasciende más allá de las generaciones y en otros lugares”, dice doña Silvia, quien nos comenta que sus prendas que pueden también llevar la etiqueta de San Antonio de Padua que es el Santo Patrón de Tekit, se han llevado a Los Ángeles y hasta a Canadá, debido a que se ofrecen en los congresos internacionales.
Si usted quiere adquirir una de estas hermosas creaciones tenga en cuenta que doña Silvia y don Juan Manuel no tienen tienda física, pero se les puede contactar al 99 91 59 59 39.
Texto y fotos: Manuel Pool