Si bien la responsabilidad, la constancia, el compromiso y la pasión juegan un papel importante para emprender algún proyecto, son la familia y el entorno en el que te desenvuelves el principal motor para su consolidación, destacó Ximena Jiménez Quiñones, joven que desarrolló un endulzante en polvo con miel de abeja llamada “Enjambre”.
Este proyecto arrancó en 2015 con un equipo de trabajo familiar: está conformada por su hermana Victoria Jiménez Quiñones y su madre, Lizbeth Quiñones Pech, quien resaltó que desde un principio las ha apoyado en todo lo que ellas creen. “Yo soy la administradora de sus tiempos”, dijo.
Ximena es egresada de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady); Victoria, del Tecnológico de Conkal y Lizbeth es ingeniero agrónomo zootecnista.
Al igual que muchos, la motivación surgió de una convocatoria de la universidad para desarrollar productos tecnológicos.
–Mi hermana, como es ingeniero en Desarrollo Comunitario y trabajaba con apicultores, manejaba el tema de la miel líquida y le pregunté porque no metíamos el proyecto. Mientras ella trabaja con ellos, veíamos la problemática que existía en su entorno: este macheteo que había en los apicultores y la falta de valor agregado –comentó Ximena.
¿Por qué un endulzante?
En el mercado hay varios endulzantes, pero la miel necesitaba ese valor agregado. Además, se cumple con la necesidad de endulzar alimentos y bebidas de manera saludable. No estás consumiendo calorías vacías, aporta las propiedades de la miel.
¿Ha sido fácil?
No, no ha sido fácil. Pero creo que si fuera fácil, pues no sería emocionante. Creemos que ha sido una montaña rusa, con más bajadas que subidas, pero pienso que por cada subida vale la pena todas las bajadas.
¿Te arrepientes?
No, para nada. No, nos arrepentimos, dijo mientras sonreía.
Si pudieras regresar el tiempo a hace tres años, ¿qué consejo te darías?
Creo que el tomar las decisiones apresuradas, tomar decisión con presión, es algo que no debemos hacer. Hay que tener muy en cuenta que todo lo que generamos, sea tangible o intangible, tiene un valor y los únicos que podemos saberlo somos nosotros mismos.
Hay que defender ese valor ante todo y nunca ir en contra de lo que uno cree y piensa.
¿Cómo te ves en los próximos tres años?
En Alemania, Estados Unidos, exportando en toda la Unión Europea y, ¿por qué no?, llegar a China. Sí, queremos vernos como una empresa internacional ya exportando nuestro producto, una empresa más consolidada para poder ayudar a más apicultores.
¿Cuál sería tu consejo para quienes están empezando en este camino que se llama emprendedurismo?
El consejo sería responsabilidad, constancia y el compromiso, pero también pasión, ya que si no tienes ninguna no lo podrás lograr, aunado a la familia y el entorno en el que estés.
Me siento afortunadamente porque no me tocó una familia que me reprochara el no trabajar porque ya había salido de la universidad y seguía emprendiendo. No me dijeron que me busque un trabajo. Es muy importante que la familia sean el motor principal.
Habrá cosas buenas, cosas malas, mucha gente va a hablar, pero creo que es parte y saber llevarlo.
Texto y fotos: Jesús Gómez
