Fue un año especial, corto, duro, lleno de dudas. El 2021 de Roger Federer resultó muy particular, ya que pudo jugar poco ante sus fans, su temporada arrancó en marzo y finalizó en Wimbledon y cuando informó que se operaba por tercera vez la rodilla derecha generó miedos y cobró fuerza la opción del retiro del circuito profesional.
Después de un 2020 inédito por la pandemia del Covid-19, en el que apenas disputó un torneo, el Abierto de Australia, el suizo volvió a la competencia oficial de tenis tras más de 13 meses, algo inusual en su genial carrera. Retornó en Doha, luchó como pudo con esa molestia en la rodilla derecha y apenas jugó 13 partidos.
En su carrera profesional, Federer sólo había sufrido un parón de medio año, en la segunda mitad de 2016, y ahora se le complicó el panorama. De hecho, se perdió la gran cita de los Juegos Olímpicos de Tokio, mudados para 2021 por el coronavirus, y no pudo ser de la partida tras su caída en Wimbledon.
Los privilegiados certámenes que lo recibieron fueron Doha, Ginebra, Roland Garros, Halle y Wimbledon. Pero en todos ellos nunca pudo llegar a una final, instancia en la que Su Majestad tuvo acostumbrados a sus seguidores a lo largo de su carrera.
Finalizó la temporada con marca 9-4. Las únicas derrotas fueron ante Nikoloz Basilashvili (Doha), Pablo Andujar (Ginebra), Felix Auger-Aliassime (Halle) y Hubert Hurkacz (Wimbledon). Además hay que remarcar que en Roland Garros se retiró del certamen previo a su partido de octavos de final contra Matteo Berrettini, para cuidar su cuerpo con vistas a Londres.
Texto y foto: Agencias