Filux muestra la grandeza de la sencillez

POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO, LA LUZ CAUTIVÓ a los meridanos y visitantes que recorrieron las calles, monumentos, galerías y centros culturales donde moran, durante cuatro días, las 30 obras del Festival Internacional de las Luces (Filux) México 2018.
¿Cómo algo tan sencillo puede tener tanta magia? La respuesta no está en el qué, sino en cómo la luz se convirtió en un lenguaje propio que se expresa en esculturas, grafitis, mándalas, proyecciones, seres mitológicos e incluso puentes, que unen naciones tan distantes como Finlandia y Sudáfrica.
En el marco del Mérida Fest, que celebra el 476 aniversario de esta ciudad, anoche se inauguró la segunda edición del Filux México 2018. Los discursos fueron eclipsados por una “discreta” ceremonia en Plaza Grande, en la que los juegos pirotécnicos dieron espectacularidad al evento.

 

PUNTOS

Unos hongos fluorescentes “brotaron” en la asta Bandera. Los cientos de asistentes buscaban por donde iniciar, pues son 23 puntos para recorrer, disfrutar, sentir, imaginar, deleitarse ante las obras expuestas. Claro, hubo quienes prefirieron tomar el autorretrato para adentrarse a las diferentes cosmovisiones.
En el patio del Centro Cultural Olimpo estaba un mándala. “Cosmos ball”, obra del artista finés Veikko Lappalainen, flotaba; mientras en la Sala 3, “Flying school”, de Diane Landry, de Montreal, Quebec, los presentes fueron sorprendidos por los paraguas que al abrir y cerrar emitieron melodías.
Una obra icónica en la muestra, que repitió por petición del respetable, fue el “Global Rainbrow”, de Yvette Mattern, en el remate del Paseo de Montejo. Esa y otras obras continuarán en los otros 19 puntos que se pueden consultar en el portal www.filux.info. Las actividades concluyen el domingo 7.

 

Texto: Irbin Flores
Fotos: Gabriela Cortés/ Cortesía

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