Golpistas

Armando Escalante
Periodista y analista político

El covid anda regado por todos lados, en todas las casas y familias, afectando a personas de todas las edades; chicos y grandes, hombres y mujeres, todo mundo parece haberse puesto en una fila para que le toque. Nadie se salva de esta quinta ola, incluso, los que libramos dos años y tres meses el virus, finalmente caímos. Y seguimos.

La reapertura de todos los giros, la normalización de actividades, el levantamiento de prohibiciones, materialmente fue el banderazo de salida para que, en plenas vacaciones, todo mundo salga a la calle a regar su coronavirus. No hay una sola precaución, ni medio cuidado, nadie tiene interés en encerrarse de nuevo y en el gobierno, están muy tranquilos porque los hospitales apenas registran 50 ó 60 pacientes, sin que la situación parezca agravarse.

En un sector de la población, quizá la mitad o menos, cuenta con su cuadro completo de vacunas y los demás, se inmunizaron por contagio de omicron, la cepa más leve que nos ha dado. Incluso, las campañas oficiales de refuerzo están flojas, los módulos permanentes no tienen gente y las personas aprendimos a convivir con este “catarro” que a algunos les dura una semana. La humanidad recobra poco a poco su libertad y ritmo de actividades aunque los fallecimientos de este mes ya ronden los 20 casos, siendo una ola “leve” y estando miles vacunados.

A propósito del tema, en su cuarto año de gobierno, hace una semana —en un hecho insólito—, el presidente Manuel López pareció tener al fin un acto de humildad al reconocer que el sistema de salud era un desastre. Pero no fue así. No se trataba de una autocrítica; no dijo que fue por su culpa que tronó el sistema de abasto que tenían las farmacéuticas, que su idea de desaparecer el seguro popular y crear el Insabi fue peor medicina que la enfermedad y que  controlar las vacunas, quitar quimios a los niños con cáncer, y llamarle golpistas a sus padres, fue otro gesto más de la vileza que lo distingue.

Estas fueron algunas reflexiones que escuchamos del analista Víctor Trujillo con el personaje Brozo, curiosamente un payaso que no está bromeando ni causa risa cuando nos hace reflexionar sobre el daño que ha causado y causa el presidente López Obrador, con una serie de errores y ocurrencias surgidas desde su administración.

Ese señor López es el que dijo que era “un lujo poner la salud de los mexicanos” en manos de (los incompetentes y fanáticos aplaudidores) Hugo López Gatell y su jefe el inútil Jorge Alcocer, si, el mismo que ordenó que no se vacune a sus nietos y que ahora —con esa misma autoridad moral— manda vacunas para menores a todo el país.

Recordemos que durante los primeros días de vacunación, desde sus oficinas se dio la orden de restringirle las dósis anticovid a los médicos, pese a estar en la primera línea de contagios, a los que años después calificó de fifis y conservadores, para continuar sus ataques hacia esa actividad: la salud al tiempo que defendía con la venenosa verborrea que escupe desde sus “mañaneras” en favor de los médicos cubanos, que en realidad vienen a labores de adoctrinamiento social, según han confirmado varios medios de comunicación sobre su presencia en otros países.

Ya se lo dijo esta semana que terminó el analista político Víctor Trujillo: “Todos los muertos de COVID son tuyos Andrés”, este desastre causado en “el País que enfermaste creyéndote el gran sanador, es tuyo y es tu responsabilidad”. Si no puedes con la salud, no puedes con ¡ni madre… Órale!

El xix.— Durante varios días, hemos podido corroborar nuestra sospecha de que fue inexacta la versión sobre una supuesta sobrevigilancia en la casa del gobernador Mauricio Vila. Resulta que como nos queda a nuestro paso circular por la esquina de su residencia, durante dos semanas lo más que hemos visto son a los mismos agentes policiacos del rumbo, que se juntan para su clave 7 (comer) bajo la sombra de alguno de los frondosos árboles de la zona. A todas estas, una pregunta para los feroces críticos del gober… ¿por qué habría alguien querer hacerle algo, si como dicen, no ha hecho nada?