Hochob, una zona arqueológica poco conocida

Hochob, una zona arqueológica ubicada en el municipio de Hopelchén, es un testimonio vivo del esplendor de la antigua civilización maya.

Este asentamiento, que formó parte de la región Chenes, fue uno de los más importantes de su época y aún conserva vestigios que muy pocos conocen y que vale la pena visitar.

Hochob se estableció alrededor del año 300 d. c., en una colina que de manera sorprendente para la época, fue acondicionada con terrazas y plataformas para la construcción de viviendas.

Durante su apogeo, entre los años 850 y 1000 d. c., esta ciudad de la cultura maya alcanzó su mayor esplendor y prosperidad.

Sus vestigios fueron descubiertos por el explorador austriaco Teoberto Maler, en 1887, y posteriormente redescubiertos en 1936.

Aunque era una ciudad de dimensiones medianas, es probable que haya dependido de otro asentamiento de mayor jerarquía en la región.

En su época, los habitantes de Hochob utilizaban los cuartos de los edificios precolombinos para almacenar sus cosechas, lo que evidencia la importancia de la agricultura en su sustento.

Entre los atractivos principales de Hochob están los Edificios I y II.

Uno de los elementos más notables de estas construcciones son los enormes mascarones frontales del dios Itzamná, con fauces abiertas y una mandíbula inferior formada por una plataforma con colmillos, que servían como entrada a las fachadas.

Además, se pueden apreciar mascarones sobrepuestos de la deidad Chaac, relacionada con la lluvia.

Texto y foto: Agencias