Este retablo se salvó de ser destruido por la gente de Salvador Alvarado, por el mal gusto del sacerdote a cargo del templo, que incluso en aquel entonces se cubrió con una tela y exhibió unas cuantas imágenes al frente sobre pedestales
Hoy se celebra el Día de la Candelaria y además de que es la fecha esperada para degustar de unos sabrosos tamales, vale la pena conocer un poco más acerca de algunos hechos históricos ocurridos en la Iglesia de la Candelaria, ubicada en el cruzamiento de las calles 64 por 67, a unos pasos de San Juan.
En el interior de este templo se puede admirar un hermoso retablo dorado de estilo barroco que forma tres cuerpos con columnas salomónicas y una serie de nichos de esculturas religiosas, ricamente ornamentado todo con motivos vegetales.
Se dice que este retablo se salvó de ser destruido por la gente de Salvador Alvarado por el mal gusto del sacerdote a cargo del templo en aquel entonces, que incluso cubrió con una tela el retablo y exhibió unas cuantas imágenes al frente sobre pedestales, las cuales fueron destruidas en el año de 1915.
Al respecto, el arquitecto Miguel Sosa Correa hizo una descripción de esta magnífica edificación para la página web Mérida de Yucatán en la que indica que las características arquitectónicas de la fechada son netamente coloniales con rasgos de un barroco muy sencillo en la fachada, que aún conserva el enverjado que delimita el atrio de la iglesia.
La fachada del templo es sencilla, con arco de medio punto de piedra, flanqueado por pilastras dóricas, ventana coral enmarcada en piedra, y con el remate de la fachada con la clásica espadaña característica de la región.
La iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria se erigió con el apoyo de Manuel Núñez de Mateo, maestrescuela (quien se encargaba antiguamente de enseñar las ciencias eclesiásticas) de la Catedral, quien obtuvo el aval de sus superiores para fundar de sus bienes este edificio, que en sus orígenes fue una ermita.
La propuesta llevó desde el principio el nombre de la patrona que conserva hasta estos días. Se cree que se edificó a finales del siglo XVII o principios del XVIII, porque durante ese tiempo Manuel Nuñez figuró en el Cabildo de la Catedral.
Constaba también de un atrio y dos casas anexas. Además, que en la inscripción que acompaña al arco de la entrada señala que en el “año de 1706 en noviembre se acabó esta iglesia”.
Así es que si hoy visita la Iglesia de la Candelaria, no se pierda la oportunidad de disfrutar de todos estos detalles arquitectónicos que hacen de ella, una joya más de la capital yucateca.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Cortesía