Importancia de mantener una buena higiene íntima

La higiene íntima masculina no siempre recibe la atención que merece. Ya sea por falta de información o de interés, o por desconocimiento, algunos hombres cometen el error de no lavar adecuadamente sus partes pudendas, a pesar de las consecuencias negativas que esto puede acarrear. Malos olores, molestias e infecciones, son algunos de los problemas relacionados con un inadecuado aseo genital, y aun así parece que no se le otorga la relevancia suficiente.

La región genital del hombre es, por su configuración y función, propicia para la aparición de infecciones y otros problemas urológicos. Ya no solo porque a través de ella expulsamos orina y semen cuya acumulación puede producir infecciones, sino porque se trata de piel especialmente sensible al roce. A todo eso se añade que en ella acumulamos sudor, lo que facilita la proliferación de bacterias y hongos si no se lava diariamente.

Especialmente importante es mantener una correcta higiene íntima masculina en los momentos donde sudamos más, como durante el verano o tras la práctica del deporte, o cuando padecemos alguna enfermedad infecciosa o vírica. Igualmente es muy importante lavar los genitales después de mantener relaciones sexuales para evitar infecciones de transmisión sexual.

Pautas

Contar con una higiene íntima apropiada no cuesta nada. Es tan sencillo como detenernos en los genitales mientras nos duchamos y seguir unas pautas básicas:
No basta con limpiar la superficie del pene, sino que hace falta retraer el prepucio para que el agua y el jabón también actúen en la zona del glande. Sobre todo en aquellas partes del pene más ocultas por los pliegues o el frenillo.

Con suaves movimientos por la zona conseguirás extender el jabón a todos los rincones, y después debes aclarar con abundante agua.
Recuerda utilizar un jabón neutro para limpiar los órganos sexuales y aclarar con mucha agua.

Finalmente, seca con una toalla (preferentemente una que utilices solo para ese fin) muy bien toda la zona, evitando que quede húmeda para no dar oportunidad a la proliferación de bacterias.

Para contar con una buena higiene íntima es suficiente con agua y un jabón suave, con un PH adecuado. No obstante, existen cremas hidratantes o reparadoras para combatir la irritación o los picores en la región.

Texto y foto: Agencias

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