El bovino tiene 8 años y es propiedad de Benito Sonda, que fue enseñado a ser montado y es la atracción de los festejos en San Sebastián
Ayer salió de la iglesia de San Sebastián el Gremio de Matarifes, y en medio de decenas de jinetes que montaban sus caballos se destacaba la presencia de una chica montando un enorme toro cebú, que, como manso corcel, se dejaba llevar entre la multitud y sin asustarse por el ruido de los voladores y cohetones, aunque en su momento uno cayó muy cerca de él.
Su nombre es “Júnior”, tiene ocho años de edad y fue entrenado para que en las ferias se le pueda montar para tomarse la foto del recuerdo. Es propiedad de la familia de Benito Sonda, que radica en Cozumel y que fue invitada por los organizadores del gremio para participar en los festejos en honor a la Virgen de la Asunción, que concluirán el próximo 16 de agosto.
Antes de iniciar el recorrido, rumbo a las canchas ubicadas en el exrastro, Dana, la hija de Benito, platicó cómo es la alimentación de su mascota, que se comporta cariñosa como un perro, aunque por su tamaño no deja de imponer respeto.
—Desde pequeño lo educamos para que se acostumbre a usar su bozal y se monte como caballo, come ramón —explicó la chica, quien destacó que ésta es la primera vez que están en la Feria de San Sebastián, aunque antes ya habían visitado la hacienda San Pedro Noh Pat y también la feria que se instaló unos días cerca de la Avenida Canek.
Al respecto, Benito comentó que desde hace 18 años inició con esta actividad con un toro al que llamó “Niño”, y en la actualidad cuenta con “Dólar” y “Chícharo” y que son mansos como “Júnior” ,quien ha sido muy bien recibido por el público.
—Los integrantes del gremio que hasta le mandaron a hacer un collar tejido con el nombre de Matarifes —dijo Benito, quien es nacido en Acanceh, pero desde muy joven se avecindó en la Isla de las Golondrinas, donde nacieron sus tres hijos, que le acompañan en estos días de asueto a las ferias, siendo su siguiente parada Sotuta.
Por cierto, que por venir a San Sebastián no pudieron asistir como cada año a la Fiesta de Cenotillo, donde ya les esperaban, pero aseguraron que valió la pena haber tomado la decisión tanto por el buen trato y las atenciones recibidas por parte de los anfitriones, como del público que todas las noches de feria acude a tomarse las fotos sobre “Júnior”, que es propiamente el negocio de la familia.
Ayer fue el turno de entrada del Gremio de la Coronación, integrado por trabajadoras del Sindicato de Trabajadores de Pamplona, y al frente de los estandartes y banderas marchaba la familia Zapata, llevando el vestido rosa y las joyas que obsequió el Gremio a la Virgen de la Asunción.
—Son 34 años de participar en el gremio —dijo en una pequeña pausa antes de ingresar a la Iglesia donde fueron recibidos por el párroco Lorenzo Mex Jiménez, con quien antes platicamos respecto a la hermosa demostración de afecto a la Virgen por parte de muchos vecinos del rumbo y hasta de quienes lo fueron, y cada agosto regresan para reencontrarse con su familia y su gremio.
Texto y fotos: Manuel Pool