La alegría de Jannet

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

El 2022 está comenzando y a nuestra lista de propósitos para los próximos doce meses habremos de sumarle toda la actividad deportiva que está por venir. Si bien el año anterior nos dejó un sinfín de eventos y torneos que habían tenido que ser aplazados de sus fechas originales por el inicio de la pandemia, lo cierto es que en el deporte siempre hay algo más por presenciar.

Y si hay algo que debemos anotar en nuestras recién estrenadas agendas es que ¡este año también es olímpico! Podremos vivir de manera consecutiva los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de invierno, que como cada cuatro años desde 1924 nos maravillan no solo con los deportes sino también con muchos de los paisajes en los que se desarrollan las competencias enmarcadas por la estación invernal.

A pesar de estar cerca del centenario de su realización, los Juegos de invierno no han variado tanto desde aquella vez en Chamonix, Francia, cuando por primera ocasión se decidió realizar una competencia con el mismo formato cobijada por el Comité Olímpico Internacional pero dedicada a deportes de invierno y nieve. Aún hoy en día se siguen teniendo competencias de esquí, patinaje de velocidad y artístico, hockey sobre hielo y bobsleigh como en aquella edición.

Es verdad que la popularidad de los Juegos de verano supera por mucho a los de invierno que no llegan a tener el mismo impacto y difusión que su competencia hermana, pero que también se ha ido abriendo camino en el interés de los amantes del deporte. Esto lo podríamos entender desde muchas dimensiones como el hecho de que la cantidad de competencias es menor, además de que no todos los países del mundo tienen regiones nevadas, lo que conlleva un reto para entrenar en la mayoría de los deportes que componen esta justa deportiva.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos de invierno han aportado grandes momentos para la historia del deporte, como la hazaña del equipo de bobsleigh de Jamaica cuando en 1988 se convirtieron en el primer país tropical en participar en esta competencia; Yuliya Lipnitskaya que con tan solo 15 años obtuvo la medalla de oro para Rusía en el patinaje artístico en Sochi 2014; incluso la primera entrega de la medalla Pierre de Cuoubertin, el máximo galardón olímpico, se entregó a Eugenio Monti que practicaba un deporte de invierno.

Estoy segura que el 2022 nos traerá muchas noticias, momentos inolvidables y hazañas en el mundo del deporte que iremos sumando a nuestra lista de recuerdos. Por lo pronto recuerden que el invierno se acerca y a partir del 4 de febrero podremos disfrutar de Beijing 2022. Abríguese bien.

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