La aritmética de las elecciones del domingo

Comenté en este espacio que el PRI y sus aliados habían recibido el mayor número de votos en la elección del domingo, al margen de los resultados por entidad. Tengo que corregir, ahora que ya hay más cifras: fue el PAN (si se le suman los votos totales de las alianzas que estableció, como en el caso del PRI) el partido que obtuvo más votos.

En otras palabras, si las elecciones del domingo hubieran sido las presidenciales, de acuerdo a una estimación preliminar (y sin contar las elecciones locales de Baja California), el PAN y sus alianzas hubieran obtenido 28.4 por ciento de los votos, seguido por el PRI y sus aliados, con 27.7 por ciento de la votación emitida. Hubiera ganado el PAN por siete décimas.

La tercera fuerza política del país, si no se suman los votos obtenidos por el PRD en las alianzas con el PAN, sería Morena, con 14.2 por ciento de la votación.

Si recordamos lo que ocurrió en 2015, el PRI más sus alianzas con el Verde, le dieron 29.6 por ciento de los votos emitidos. Así que en este proceso electoral la pérdida para el PRI fue de casi dos puntos porcentuales.

El año pasado, la votación para el PAN representó 21 por ciento del total, por lo que este año –sumando sus alianzas– obtuvo 7.4 puntos porcentuales adicionales.

En el caso de Morena, la referencia de 2015 corresponde a 8.4 por ciento de los votos, por lo que su avance este año es de 5.8 puntos porcentuales.

Los estados en los que hubo alianzas PANPRD para las candidaturas a gobernador tuvieron una base de respaldo principalmente panista, por lo que si sólo se toman los votos para el PRD en los estados en los que no fue en alianza, el porcentaje global alcanzado es de 5.5 por ciento, aproximadamente la mitad del 10.8 por ciento obtenido en 2015.

Viendo fríamente los números queda claro que el gran ganador de la elección es el PAN, no sólo por el número de gubernaturas que ganó sino por el avance de su votación a escala nacional.

Morena es quien en términos relativos más creció, pero como parte de bases más bajas, no es tan significativo su avance en cifras absolutas de votos, lo que explica que aún no gane ningún gobierno estatal.

Los dos perdedores netos de este proceso son el PRI y el PRD. El PRD por la pérdida de 5.3 puntos de la votación, mientras que en el caso del PRI por la pérdida de seis estados que actualmente gobernaba, que compensó muy pobremente con la ganancia de dos en los que gobernaba el PAN-PRD.

¿Cuál es la implicación de este proceso para 2018?

Creo que es muy vasta. Las reglas del juego han cambiado significativamente, pero el terreno apenas está acomodándose y las cosas aún no están claras.

De entrada, uno de los probables jugadores del PRI ya está eliminado: Manlio Fabio Beltrones.

Se fortaleció enormemente Ricardo Anaya, que va a ser un contendiente sin duda en el PAN. Se mantuvo vivo Rafael Moreno Valle y probablemente se fortaleció Margarita Zavala.

El PRD se quedó sin brújula y López Obrador, se consolida como el candidato a vencer en la próxima elección.

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