La astucia de Manlio.

Confesiones.

 

La astucia de Manlio.

 

En un ejercicio de comparación en el cual se tienen que considerar una gran cantidad de factores, como la experiencia, la madurez, la habilidad, eficiencia y la inteligencia entre otros, en el balance Manlio Fabio Beltrones destaca como el político mas completo de la actualidad nacional.

La prueba fehaciente de ello ha sido el anuncio, mediante el cual categóricamente rechaza aparecer en los spots publicitarios institucionales, que corresponden al partido que preside.

A diferencia de Andrés Manuel López Obrador de Morena, de Ricardo Anaya de Acción Nacional y Agustín Basave del PRD, en contraste Beltrones se niega a utilizar este mecanismo publicitario para su beneficio personal.

No hay ningún argumento de tipo legal o político que se lo impida, es una decisión individual calculada, que claramente persigue un objetivo que va mas allá de su justificación.

Desde que Beltrones asumió la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Revolucionario Institucional, lo que automáticamente lo convirtió en precandidato, se comprometió públicamente a ser arbitro, no jugador.

Beltrones explica que el aparecer en los spots de su partido, implicaría una ventaja inequitativa sobre los demás aspirantes priistas a la candidatura por la presidencia de la republica.

Por esa razón de acuerdo a su compromiso inicial, establece que no será el quien genere condiciones de rompimiento, toda vez que es a el por su posición, a quien le corresponde la obligación de mantener los equilibrios, el piso parejo.

A pregunta expresa de varios representantes de medios de comunicación, particularmente en el marco de una comida celebrada la semana pasada con varios integrantes de una cadena radiodifusora de cobertura nacional, se descarto como aspirante presidencial.

Sin embargo esa evasiva prematura, es simplemente parte de una estrategia diseñada con antelación, que comprende tiempos y espacios, no puede ser genuinamente un descarte definitivo, como muchos lo han querido ver.

Por supuesto que Beltrones anhela la candidatura presidencial, trabaja afanosamente para ello, pero lo hace con pragmatismo y astucia, con dominio de los escenarios y las coyunturas.

No se adelanta, sencillamente respeta la ruta que el mismo ha trazado para lograr el objetivo, enseña pericia, tanto en su desempeño como en el calculo de los riesgos y la competencia.

Beltrones comprende que hoy su obligación fundamental como presidente del PRI es ganar la mayor cantidad de gubernaturas de las trece que se disputan este año, esa circunstancia será su hoja de evaluación, ya gano la primera Colima, aunque haya sido en un esquema de repetición cuenta en su favor.

En este momento lo importante es fortalecer su posición hacia dentro del sistema priista, con resultados electorales y derivado de ello, logrando un liderazgo autentico.

Su objetivo primario es acercarse y convencer a las estructuras, a las de todo el país y adicionalmente a los liderazgos estatales y nacionales, las campañas políticas son sin duda el mejor elemento para hacerlo.

Difícilmente los demás aspirantes, sus rivales, desde el gabinete federal o las gubernaturas tendrán oportunidades de este tipo y tamaño para hacer algo siquiera similar en sus encomiendas actuales, y eso de suyo es una gran ventaja.

Precisamente por ello, desdeñar aparecer en los spots, no quiere decir que no valore el impacto publicitario positivo que eso conlleva, sin embargo en la estrategia no es el momento propicio para ello.

De entrada esa actitud lo coloca como un político de gran estatura, lo diferencia y en la comparación sale ganando, pero eso no solo obedece a una conducta profesional irreprochable, también es la esencia de su estrategia.

Mas aun cuando hacer lo contrario, seguramente provocaría rechazos y una escalada de grillas palaciegas, a las que evidentemente rehúye, porque en el ambiente cortesano de los Pinos, eso lo pone en desventaja, no da pues motivo para la queja.

Visto de esta forma, lo que Beltrones quiere provocar, es lograr apoyos nacionales de abajo hacia arriba, para que cuando llegue el momento de la determinación final, su posicionamiento sea mucho mayor al de sus competidores.

En todo caso su descarte anticipado, es una forma de mantenerse al margen sin renunciar a su aspiración, es la expresión mas pura de la institucionalidad mas ortodoxa del priismo.

Se trata de convertirse en el candidato necesario, en base a alianzas internas y la simpatía de las bases, a los resultados en el desempeño, no hay nada que emocione y convenza mas a los priistas que ganar elecciones.

La diferencia depende de la construcción de un liderazgo que se contrapone a una decisión unipersonal cupular, que carezca de fondo y que se sienta como una imposición, aun y cuando eso es una facultad inherente de la investidura presidencial.

Aunque en este momento, con tanta anticipación seria muy complicado definir el escenario de la decisión por la candidatura, lo que queda claro independientemente de lo que termine por suceder, es quien mejor ha definido la planeación de su aspiración para la postulación presidencial priista, es Manlio Fabio Beltrones.

 

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Guillermo Vazquez Handall 

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