La caída de un Presidente…

El mandatario mexiquense comienza su sexenio con más de 50% de aprobación, pero esa cifra cae estrepitosamente

En la elección de 2012, Enrique Peña Nieto ganó la elección presidencial con el 38.21% de las preferencias, lo que equivale a 19 millones 219 mil 139 votos. Al arrancar su administración contaba con 54% de aprobación; sin embargo, la cierra con 24%, según cifras de Consulta Mitofsky.

La desaprobación del mandatario –a casi una semana de culminar su sexenio– fue de 74%. La caída de legitimidad coincidió con hechos como la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, el gasolinazo, actos de corrupción o las elecciones de julio pasado.

Los niveles de aprobación de Peña Nieto se mantuvieron por encima del 50% hasta mayo de 2013.

Durante 2014 (enero a noviembre), el 44% de los mexicanos dijo aprobar “mucho” o “algo” el trabajo del mandatario, mientras que el 52% lo desaprobó; fueron por primeros porcentajes de aceptación más bajos, de acuerdo con una encuesta de Parametría.

Las cifras surgieron dos meses después de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, un hecho que saltó al escenario internacional y dejó entrever el encubrimiento en el poder, la violencia y las violaciones a los derechos humanos por parte de la policía, así como la publicación del reportaje “La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto”.

Para el director del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” AC (Prodh), el sexenio del mexiquense “será recordado por la corrupción y las graves violaciones a los derechos humanos”.

En México, la relevancia de la gravedad de la crisis de violación de derechos humanos es consensuada, no sólo por organismos regionales también por internacionales dedicados a su defensa, destacando la marca de la impunidad y la corrupción sistémicas en un contexto de macrocriminalidad, lo cual “implica que tenemos regiones del país que son controladas por el crimen organizado, donde la institucionalidad del Estado no existe o forma parte de la delincuencia organizada, en este contexto se explican tragedias como Ayotzinapa, Tierra Blanca, San Fernando”, dijo en entrevista con HuffPost.

Ya en 2015, entre los meses de febrero a noviembre, el porcentaje de desaprobación fue del 57% al 65%, según la encuesta de Consulta Mitofsky “23 trimestres de gobierno”.
En julio de aquél año, Joaquín ‘Chapo’ Guzmán se fugó de la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano. Miguel Ángel Osorio Chong señaló que para poder escaparse pudo recibir ayuda de funcionarios o custodios de la prisión.

Un año después, el índice de desaprobación aumentó al 74%, mientras que sólo el 23% lo aprobaba. Fue uno de los niveles más bajos durante el sexenio y el peor desde 1995.
Un 74% reprobó al mandatario debido a la percepción de que en el último año aumentó la pobreza y la violencia, señaló la encuesta, levantada entre el 4 y el 7 de agosto de 2016 del diario Reforma.

La cifra es el índice de aprobación más bajo para un presidente desde que se inició la publicación de encuestas similares en 1995, justo después de la devaluación del peso mexicano, según el diario.

En tanto, Mitofsky reportó niveles de aprobación del 24% y de reprobación de hasta 69% en 2016.

2017 –uno de los años más violentos desde que se tenga registro, con 25 mil 339 homicidios dolosos– también fue un mal año en cuanto a legitimidad para el mandatario priista. Según Mitofsky en febrero de ese año la desaprobación llegó al 77%, y para noviembre descendió al 71%.

En julio del año pasado se dio a conocer la investigación sobre Pegasus, un sistema de espionaje en dispositivos móviles que fue usado para espiar a periodistas, activistas, políticos, investigadores y abogados, todos ellos críticos del gobierno.

Para noviembre, el aumento en los combustibles del 20% fue otro de los factores que incidió en los niveles de aprobación.

En su último año en el cargo, Peña Nieto inició con 21% de aprobación y 69% de desaprobación. Con el periodo electoral dos de cada 10 mexicanos aprobaron su gestión (21%), mientras el 69% de mostró en desacuerdo con su desempeño, indicaron cifras de Mitofsky.

Según el análisis de la encuestadora, Peña Nieto es el presidente que más baja calificación obtiene de aprobación, comparado con sus cuatro antecesores en el mismo periodo.
A cinco días de concluir su sexenio, Peña Nieto cierra con un 24% de aprobación y 74% en contra.

A los hechos mencionados, habría que sumar el tema de los feminicidios en todo el país, las fosas clandestinas cuyos cuerpos siguen sin identificarse, los desaparecidos o los múltiples casos de corrupción exhibidos.

Para Denise Dresser, Peña Nieto “deja tras de sí un país de fosas, un país de desaparecidos, un país de feminicidios (…) un país donde se tortura para extraer confesiones”. Para la académica del ITAM, los derechos humanos en este sexenio fueron algo “descartable, desechable, algo que se podía pisotear una y otra vez”, porque “desde las más altas esferas del gobierno se mandó el mensaje de que los derechos humanos eran prescindibles, pues se volvió una costumbre de parte de elemento del Estado violar esos derechos humanos”.

Texto: Karen Esquivel
Fotos: Agencias

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