En la recta final de las vacaciones de verano 2019 se están generando dos situaciones que mantienen un estrés constante a los padres de familia y a los maestros que se harán cargo de poco más de 12 mil alumnos que regresan a las aulas en Valladolid.
Así la manifestó la señora María Evangelina Morales Pérez, madre de dos niñas y dos niños, la mayor pasó a segundo de secundaria y el menor a segundo de primaria, mientras que el segundo cursará el sexto y la tercera el cuarto de primaria.
La señora Morales Pérez expresó que “existen varios sistemas familiares para resolver cada año la situación del regreso a clases, pero en mi caso lo que hago es guardar desde el inicio del periodo escolar una pequeña parte del presupuesto, destinado para la compra de útiles escolares y uniformes; cada semana aparto algo de dinero y lo guardo”.
La madre de familia destacó que aprovecha las temporadas cuando las papelerías tienen bajas ventas y sacan ofertas, para comprar parte del material que sus hijos necesitarán al iniciar el curso.
De manera “al llegar los momentos en que se terminan las vacaciones de fin de cursos, disfruto más tranquilamente estar con mi familia, porque sé que las lista de útiles están surtidas, los uniformes comprados, todo es cuestión de organización”, enfatizó.
“Y es que para un niño que está en primaria se necesitan al menos 1,200 pesos, y para uno de secundaria casi los 2 mil. El secreto está en la planeación y en el ahorro, para que luego no les agarren las prisas”, concluyó.
Por su parte la maestra María de la Paz Hernández de González dijo que la docencia es uno de los trabajos más importantes que hay en las sociedades, ya que un maestro es un ejemplo a seguir; un profesor es quien descubre al ciudadano que hay en queda niño, “los docentes somos quienes formamos las bases para ayudar en la transformación de los niños en líderes, y a los líderes en agentes de cambio”.
“Cada vez que hay un periodo vacacional lo aprovechamos al máximo disfrutando las actividades familiares, ya que sabemos que cuando estemos en clases, los momentos familiares disminuirán”, dijo la docente.
Texto y foto: Edmundo Hernández
