Los tiempos cambiaron. Actualmente muy pocos meridanos deciden invertir su aguinaldo para darle una “manita de gato” a sus casas, pues las prioridades son otras, que no falten estrenar la ropa, la comida y el trago, expresa un veterano dueño de un ferretería, ubicada en el Centro. El comerciante, de 52 años de edad, se presenta con la condición de no divulgar su nombre y el de su establecimiento, pero a cambio comparte su experiencia de 34 años de laborar en el mundo de la ferretería y venta de herramientas.
Mientras las tiendas de zapatos y ropas están a punto de “explotar”, la ferretería apenas recibe algunos clientes. Por ser temporada navideña, el propietario decidió trabajar el domingo previo a la Nochebuena.
En la memoria todavía conserva cuando para estas fechas los clientes acudían a comprar el material para dejar la casa presentable. “La navidad es la fecha más importante del año, razón por la que la casa debe lucir impecable”, abundó.
Otras razones, abundó, es que programas federales como el Buen Fin, que se aplica desde noviembre de 2011, permitieron incrementos en ventas.
“Nosotros aprovechamos a dar ofertas reales y muy buenas, que permitieron a la gente comprar artículos para mejorar sus viviendas sin la necesidad de esperar estas fechas”, explicó.
Pero las causas de la merma en sus ingresos es la economía de los mexicanos, que cada vez es más ahogada, y la costumbre de cenar en familia la Nochebuena. “El aguinaldo se invertía en las mejoras del hogar, algo que ya no se hace”. El entrevistado compartió que el secreto de estar tantos años en el rubro ferretero es la constancia y brindarles un excelente trato a los clientes.
Otros establecimientos que lucieron repletos de clientes fueron aquellos en donde se reparan artículos electrodomésticos.
– Irbin Flores Palomino