La manzana…

Era una manzana de color dorado. Y dentro contenía bolígrafos, clips, escuadra, lápices, gomas de borrar… en fin, artículos para el colegio. Se lo habían regalado a Rocío y ella estaba muy feliz. Aquella tarde, en su clase de ballet, lo contò a sus compañeras. A muchas les pareció un hermoso obsequio, pero dos chiquillas se burlaron de él. A ellas les compraban cosas mucho más caras y ostentosas, y era todo lo que ellas valoraban.

Después, al finalizar la clase, el primo de Rocío fue a recogerla a la academia. Era el que le había regalado la manzana. Resulta que era novillero, pero allí en el centro de enseñanza pocos lo sabían. Era muy bueno y había ganado un premio recientemente, de modo que unos aficionados le reconocieron por la calle y le pararon para pedirle una fotografía. Entonces las dos crías de la clase quisieron también foto con él! Y ya adoraron la manzana!

La profesora les regañò. Y las animó a acercarse más a la cordura!

Dedicado a los aficionados cuerdos y cabales
Dedicado a los novilleros, en especial a Pablo Aguado y Carlos Corradini
Dedicado a Luisito

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