La percepción como activo en las empresas

Por Carlos Pérez

“De nada sirve decir y afirmar que mi empresa está entre la mejores de las mejores”, esta expresión mencionada en varias ocasiones por el experto en estrategias empresariales Michael Porter, nos hace reflexionar para este inicio de año de cuál es el mensaje que esta frase conlleva, es decir, no podemos decir que mi organización está entre las mejores ya que según este autor está igual que otras, por lo tanto no es diferente, no innova, no reacciona ante los cambios; y cómo podemos ser diferentes, qué tenemos que hacer para no estar en la misma línea que otros, lo primordial a trabajar son las percepciones que nuestros consumidores tiene de nosotros, es decir, crear una buena reputación corporativa.

Podemos decir entonces, que la reputación corporativa es el conjunto de percepciones que se obtienen tanto de los colaboradores como de los clientes y es resultado de lo que la organización ha realizado a lo largo del tiempo, es considerado el activo más importante de las organizaciones, con ello logramos mayor fidelidad de los clientes hacia la empresa, su importancia radica en dos sentidos, uno, es el de la internacionalización que tiene el mercado empresarial, sobre todo en Yucatán; y otro es el mayor número de empresas que realizan más acciones de comunicación para enfrentar la competitividad; es decir, es urgente que nos fijemos que el valor agregado radica en la percepción que tenemos los consumidores y clientes sobre el quehacer diario de una empresa.

Según Luis Abril del periódico El País, menciona tres planteamientos corporativos que son necesarios en la gestión de la reputación, la primera es lo que la empresa hace, la segunda es lo que la empresa es y la última lo que la empresa dice; estas tres grandes acciones permean para obtener las siguientes oportunidades: compromisos con los empleados, lealtad del cliente, legitimidad de la comunidad, cobertura favorable de los medios y opinión de los activistas de manera positiva.

Debemos recordar que la única manera de generar esa reputación es hacer asiduamente difusión de nuestra empresa, no podemos quedarnos callados ante un mundo hiperinformado, donde la constante es comunicar y sobre todo cuando son buenas acciones. Por lo que tener siempre presente que la percepción se convierte en la realidad en la mente de nuestros clientes nos obliga a cuidar de ésta y mantener una reputación corporativa intacta. ¿Tu conoces la reputación que tiene tu marca? ¡Saberlo debería ser una prioridad!

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