Arturo Platas
Es muy probable que cuando estén leyendo esta columna el partido del Fútbol Club Barcelona contra el Levante de Valencia esté por empezar, pero estoy dispuesto a mojarme y decir que el Barça cargará la copa liguera.
De entrada quiero felicitar a todos los jugadores de la plantilla que han dado un nivel máximo en la mayoría de los juegos que se necesitaban ganar, que si bien fui muy crítico con la manera que se ganó, se tiene que señalar lo bueno y aunque difiera de los planteamientos de Ernesto Valverde en la temporada, sigo pensando que el club irá a morir por todas las competencias, algo que puede presumir teniendo en cuenta que es y ha sido el único en España que lucha por todos los títulos sin menospreciar ninguna.
Dicho esto, me preocupa la actitud del conjunto blaugrana con respecto a los siguientes encuentros, es común hablar de los equipos que se suavizan después de librarse de la presión de la liga en medio mes.
Dada la naturaleza de la situación que los culés se metieron a principio de la temporada (prometer regresar la Copa de Europa al Camp Nou) veo la intención de ir por todo y me tranquiliza el ver un cambio de posicionamiento del inicio de temporada, que se jugaba para ganar sin importar lo horrible que fuera, a los más recientes encuentros, en donde la evolución del 4-3-3 ha beneficiado a los mediocampistas como Arthur Melo y el guerrero Arturo Vidal quienes han sido cruciales componentes para el éxito del año.
Cruzaré los dedos para que la copa de mañana sea la primera de las 3.
