¿Qué trata de probar el Congreso al retrasar las modificaciones solicitadas por el gobernador Mauricio Vila Dosal? Por supuesto, el Congreso del Estado es una soberanía y le asiste la ley, la razón y la democracia cuando asume una actitud crítica ante cualquier acción emanada del Ejecutivo estatal.
Sin embargo, dado que nadie es infalible, también pueden confundirse cuestionamientos con cerrazón, análisis pausado con tortuguismo y voluntad de trabajar con simulación. Ciertamente, no podemos probar nuestros dichos, pero los hechos dejan entrever intenciones de las cuales la ciudadanía está cansada.
Así, de acuerdo con la nota de nuestro compañero Esteban Cruz Obando, la diputada panista Adriana Díaz Lizama ha expresado que no es justo lo que ocurre en el presente, cuando aún no se revisan las iniciativas presentadas por el gobernador para la creación de la Secretaría de la Pesca y de la Mujer, como si esta última, particularmente, pudiera seguir esperando ante la realidad social que la mujer vive en Yucatán.
Por supuesto, no faltará quien descalifique la queja por ser la legisladora del mismo partido de Vila Dosal, algo natural puesto que entre correligionarios el apoyo a acciones e iniciativas es lo cotidiano.
No obstante, más allá de palmaditas entre blanquiazules, está el mandato del pueblo, un argumento que ya ha sido expuesto en este espacio y que no debe perderse de vista. Es el siguiente: Yucatán votó con contundencia en favor de Acción Nacional y su representante. Al hacerlo, confió en un estilo de gobernar que, siendo justos, sólo puede conseguirse plenamente con la generación de iniciativas como las que, hasta el día de hoy, no son atendidas en el Congreso con la urgencia requerida.
Díaz Lizama recordó que en los tiempos de Zapata Bello bastaron 10 días para efectuar todos los cambios solicitados.
¿Cuánto tiempo deberá esperar el nuevo gobernador?
