Al mexicano le gusta hacer un chiste de todo lo que lo hace sufrir. La espontaneidad es parte de nuestra característica, por lo que hemos creado una capa gruesa de tolerancia a la frustración, tanto así que preferimos hacer memes de nuestras desgracias.
Una de nuestras frustraciones favoritas es el Instituto Mexicano del Seguro Social, un organismo que nos ha acompañado durante varias generaciones y del cual todos tenemos una imagen en la cabeza: largas y frustrantes esperas desde en la mañana para que puedas acudir a un doctor que te diga porque te duele la cabeza y al final te recete un paracetamol.
Ya no recuerdo el número de portadas en la prensa y las llamadas a las estaciones de radio para quejarse del IMSS y sus atenciones. Sin embargo, es importante que tomemos en cuenta que la seguridad social en México siempre se ha visto rebasada por la demanda de atención que existe en nuestro país y que el presupuesto que le era asignado a nivel federal, nunca alcanzó para mejorar sus servicios.
Es por tal motivo que la noticia que surge a nivel nacional sobre la posible unificación del IMSS, el Issste y el servicio de seguridad de Pemex, nos hace preguntarnos si por fin el Gobierno Federal decidirá poner la atención que merece a uno de los sectores más importantes de la vida nacional.
Es importante hacer un análisis de fondo sobre que tipo de servicio de salud requerimos, pero de antemano decimos que ese no es el IMSS.
