La voz, instrumento para identificar Covid-19

La pandemia por COVID-19 ha puesto a la ciencia a investigar de forma vertiginosa para ofrecer soluciones a los enfermos y sanitarios. Entre los nuevos  productos que están en estudio se encuentra un identificador de la voz que reconocerá rápidamente a quienes hayan contraído la enfermedad, según sus inventores.

La compañía Biometric, con ayuda de la inteligencia artificial, se centra en productos en el ámbito de la voz humana y ofrece soluciones de biometría vocal para demostrar la autenticidad de la voz de una persona. Desde el pasado año su equipo de investigadores se ha centrado en el aspecto sanitario para identificar enfermedades en las personas de forma rápida.

Carlos Gavilán, director de Desarrollo de Negocio de la compañía, explicó cómo funciona el trabajo de investigación al que se dedican: “Con tecnología propia, somos capaces de buscar matices en las voces de las personas en las que se valora, no solo el sonido, sino el instrumento generador, la resonancia craneal o el tamaño de la cavidad bucal”.

LA VOZ, UNA INFORMACIÓN COMPLETA

“Toda la información necesaria para la identificación va implícita en la voz y, gracias a estos datos, podemos distinguir personas diferentes”, añadió.

Según Gavilán, “existe un abanico muy amplio de posibilidades pero, sintetizando, podemos decir que cada uno tenemos en la voz el carnet de identidad. Comprobando la identidad a través de la voz vamos a tener soluciones para acceder a nuestra banca en sus aplicaciones o en los bufetes de abogados, que permiten firmar un documento con ella, de manera que se acortan los tiempos”.

Existen muchas opciones para verificar la autenticidad de una persona, puede ser una opción biométrica, a través de una huella facial o dactilar, pero “con el sistema que nosotros hemos creado -continúa Gavilán-, con un simple micrófono, por ejemplo al hablar en manos libres en el coche ya se identifica”.

“Además, por la huella vocal no nos pueden engañar, no pueden surgir imitadores o grabaciones, porque es tan importante lo que suena como lo que lo genera”, agregó el experto.

Pero, la crisis del COVID-19 centró el trabajo de la compañía con el objetivo de ayudar al sector sanitario con  trabajos sobre el estudio de la voz mediante técnicas de inteligencia artificial.

“En el momento que comenzó la pandemia nosotros nos encontrábamos colaborando con el investigador Domingo Pascual en el Hospital Virgen de la Arrixaca, de Murcia (sureste de España), para relacionar enfermedades cardiacas con su impacto en la voz”, indicó a Efe.

IDENTIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

En la relación que el equipo de Biometric mantuvo con el ambiente sanitario y “al ver que todo el mundo aportaba lo que podía, cada uno dentro de su especialidad, y puesto que el estudio y tecnología para la identificación de la voz ofreció buenos resultados como biomarcador (sustancias que indican un estado biológico) con el sistema circulatorio y el estado del corazón, Biometric se planteó usarlo para identificar enfermedades respiratorias”, aseguró Gavilán.

Este especialista añadió que “antes de embarcarnos en este proyecto, estudiamos trabajos, por ejemplo el de la Universidad de Jarkov, en Ucrania, o de la Universidad de Oklahoma, en Estados Unidos, que afirmaban que la tos en la COVID-19 es particular y que se distingue de otras 20 enfermedades respiratorias”.

UNA FINALIDAD ALTRUISTA

La compañía indicó que querían que la investigación y realización del proyecto fuese un trabajo altruista porque, para Gavilán, “creemos que cada experto aporta lo que puede en esta crisis y nosotros vamos a aportar nuestros conocimientos, sin ánimo de lucro, por lo que buscamos una entidad pública, y fue el Departamento de Salud del Gobierno Vasco (norte de España) el que se ofreció para trabajar con nosotros”.

“Ellos nos van a entregar información de los pacientes, podríamos haber trabajado con voluntarios, pero nuestro ejercicio tiene formato de ensayo clínico. El hospital gestiona la información. Nosotros no sabemos el nombre de la persona ni nada que no debamos saber”, precisó.

En los datos que ofrecen los médicos se constata la situación de los pacientes enfermos de esta pandemia, si está muy enfermo, poco, o está curado.

“Con esos informes, vamos a aplicar nuestro conocimiento sobre la voz para desarrollar algoritmos (conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de in tipo de problemas)que busquen patrones que desliguen el COVID-19 de otras enfermedades y distinga personas sanas de enfermas, en función de la cualificación que tenga la investigación”, aseguró.

“Queremos que este test sea un método de diagnóstico que permita distinguir el covid de otras enfermedades de orden respiratorio. O puede que sea un método simplemente útil para distinguir una tos de una persona sana o de una que está enferma. El médico será el que pueda descubrir si se trata de problemas de ansiedad, hipocondría o de una enfermedad real”, subrayó el director de Biometric.

OBJETIVO: GANAR TIEMPO

Por eso, “este sistema puede ser útil para realizar esa criba rápida, que es lo que los médicos están buscando para poder ganar tiempo y, si se está muy seguro de que no es grave, el uso de ambulancias puede descender en un 20%”.

El médico, al tener la aplicación que están preparando, pedirá al enfermo que lea unas frases y que tosa. Con esa información los algoritmos lo archivarán y el sanitario podrá saber si, estadísticamente hablando, esa persona encaja con un patrón, por ejemplo el COVID-19, si está sana e, incluso, si tiene un problema respiratorio que no coincide con este coronavirus, según afirmaron desde Biometric.

Esta investigación ya está en marcha y el equipo de la compañía ha marcado un tiempo de estimación de tres meses para que esté listo para su uso.

“Estamos recibiendo dos tipos de llamadas, una es colaborativa: se está hablando con grupos de investigación de distintas partes del mundo que intentan métodos parecidos o alternativos, y nos vamos a ayudar unos a otros, porque el objetivo es tener una solución pública, entendiendo por publica como accesible a todos”, explicó Gavilán.

El resto de llamadas proceden, dijo el director de Biometric, “de empresas e industrias privadas que nos preguntan si pueden comprar la patente, pero nosotros no vamos a venderla, porque se publicarán los resultados a través del Colegio de Médicos, va a ser de dominio público y va a ser propiedad de la sanidad pública española”.

Carlos Gavilán concluyó con la generosa decisión que se ha propuesto el equipo de Biometric Vox: “Nosotros estamos trabajando detrás de los sanitarios, queremos que tenga carácter de ensayo clínico y que lo puedan tener los hospitales. Si el Gobierno español desea darlos gratis, pues mejor. Ese es el objetivo, que todos los médicos lo usen y, si funciona, esté en disposición de todos”, concluyó.

Texto y foto: EFE

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