A pesar de que la medida del Gobierno del Estado de decretar Ley Seca durante la contingencia sanitaria es de buena fe, podría resultar contraproducente, ya que aumentarían los casos de violencia, pues se ha comprobado estadísticamente que el síndrome de abstinencia en un tiempo prolongado pueden desencadenar una serie de conductas agresivas, manifestó la doctora Gina Villagómez Valdés, investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Consideró que esta medida no es pertinente en estos momentos, ya que ha incrementado la violencia en los hogares debido al encierro, sumando el desempleo y la falta de dinero que repercute en las relaciones de pareja.
Destacó que no es lo mismo tener una ley seca un fin de semana electoral, a 20 días, o incluso más dependiendo de lo que dure la contingencia, pues la abstinencia generada a largo plazo podría empeorar la situación en vez de controlarla, ya que para el alcohólico esta sustancia es un escape.
“No se trata de fomentar el alcoholismo, sino de crear conciencia de que este problema es muy grave en Yucatán, y si no se le da la debida atención, se puede salir de control, pues no hay que olvidar que ocupamos el primer lugar en el consumo de bebidas alcohólicas”, manifestó.
Comentó que si bien esta medida podría disminuir los índices de suicidio que se relacionan con el consumo de esta sustancia, el hecho de que este periodo sin el consumo del alcohol sea tan largo, podría generar frustración en las personas que tienen una adicción y que presentan síntomas de ansiedad al dejar de beber.
“El agresor en situación de aislamiento va a potenciar su comportamiento, y se va a desquitar con los más cercanos que son las mujeres y los niños”, expresó.
Expresó que el Gobierno del Estado debería poner en marcha un sistema de protección para las mujeres que viven en el interior del estado, en donde no se cuenta con centros de atención, ya que hay muchas que están encerradas con sus agresores en situación de riesgo.
“El ejecutivo, a través de la Secretaría de la Mujer, debería ampliar su red de atención para estas mujeres, pues al no contar con estrategias bien diseñadas las dejan en total indefensión”, subrayó.
Villagómez Valdés indicó que con esta medida también se favorece la proliferación de clandestinos, ya que la gente no va a dejar de beber; sin embargo, terminarán pagando el triple por bebidas alcohólicas, cuando ese dinero lo pueden destinar para las necesidades del hogar.
En ese sentido propuso que una opción sería abrir la venta de alcohol de manera escalonada con horarios limitados, que no genere un mayor problema.
Texto: Georgina Bacelis
Foto: Agencia
