Los oscars quieren premiar Black Panther

Por Gerardo Novelo

Hace unos días la Academia anunció unos cuantos cambios para las próximas entregas de los premios Oscar: diferente fecha, premiaciones más cortas y una categoría diseñada para logro en cine popular (o, como me gusta decirle, “el premio especial Black Panther en realización superheroica”).
Como tantas instituciones del siglo XX, la Academia se está rompiendo la cabeza por permanecer relevante. En vez de adaptarse, intenta usar su decreciente autoridad para sostener los cánones que le dan razón de ser.

Siguen obstinados, por ejemplo, en premiar sólo películas estrenadas en cines, aferrados a la delimitación entre la pequeña y gran pantalla que les separa de los Emmys, sin preocuparse por alienar gigantes como Netflix. Las productoras nativas de Internet han intentado legitimarse acomodando a la Academia y demás instituciones cinematográficas, pero no se van a someter por siempre (y no van a perder).

Para alcanzar audiencias globales, los Oscar se van a adelantar unas semanas y recortar una hora de duración. Los premios que nadie pela se darán durante bloques publicitarios. Digo, ¿a quién le importa el mejor cortometraje documental?, ¿qué trascendencia podría tener Cascos Blancos, el ganador hace dos años?, tan sólo visibilizó la crisis humanitaria en Siria. Es más importante ver al cantante del momento balbucear la manufacturada Mejor Canción Original.

Pero bueno. Esta cosa es por dinero. Los premios son un complejo publicitario que solo sirve para ver qué valora Hollywood de sí mismo. Y ahí entra el cambio más grande: la nueva categoría para películas “populares”.

La Academia quiere la oleada de fans que traen las grandes franquicias palomeras, pero no quiere reconocer su mérito en las categorías importantes, parcialmente porque no hay mucho mérito que reconocer, principalmente porque su soberbia no suele permitirles tomar en serio algo que no sea un drama.

Black Panther podría haber sido la primera cinta de superhéroes en ser nominada al premio mayor; ya no. Si el horror y la fantasía arrasaron este año, y si el Señor de los Anillos pudo romper récords mientras se llevaba Mejor Película, ¿por qué el cine “popular” de género necesitaría su propia categoría?, es capaz de los mismos logros y –de vez en cuando– merecedor de los mismos reconocimientos. No hace falta tratarle diferente y hacer un chiste de la reputación titubeante de la estatuilla.

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.