Por Santiago Pell
El Bayern Munich entra a mis equipos favoritos para ganar la UEFA Champions League. No solo por ser de los equipos que ha tenido resultados más abultados o de mayor número de goles a favor, sino también porque veo un modo de juego ordenado en la parte defensiva y otro totalmente poderoso en la ofensiva.
Su primer resultado fue de 3-0 sobre la Estrella Roja de Belgrado. El partido es mi principal argumento para hablar bien del equipo teutón. No digo que el club serbio sea un “chocolatito”, pero claro que para una plantilla como la de Niko Kovac, sirve para reforzar lo practicado y, además, sacar de manera segura los tres puntos de victoria.
Al encuentro le vi principalmente dos cosas: la primera es que el tener a Coutinho en la plantilla te da a un jugador de gran técnica, regate, potencia y disparo, que al momento de hacer jugadas fuera del área contraria, funciona como un “8” espléndido. La segunda cosa es que todos o la gran mayoría de los jugadores del Múnich tienen un excelente tiro al arco; factor que puede ser beneficioso al momento de jugar con equipos como por ejemplo, Atlético de Madrid, defensivas difíciles de traspasar, que con un tiro libre o a distancia puedes sacarles el resultado.
El siguiente marcador fue de 7-2 ante los finalistas de dicho certamen de la temporada pasada, los Spurs de Tottenham.
Lo importante del partido no fue la gran diferencia de goles ni el haber vapuleado a los ingleses. Yo veo un juego en conjunto que creo que será difícil de detener. Portero, defensa, medios, delanteros, todos tienen hambre de gol, si ellos no lo anotan quieren que alguien más lo haga; cuando los veo jugar me imagino a una manada de leones insaciables, siempre queriendo más y más…
Sus jugadas viven revoluciones de 0 a 100 en cuestión de segundos. Desde estar fuera del área y con dos-tres toques ocasionar una pared que finaliza con disparo al arco; o hasta una salida del arquero con la defensa, éste con visión de campo manda un pase largo que la delantera termina en gol.
También veo muy bien a Serge Gnabry, y antes de continuar hablando de él, quiero decir que yo no soy alguien que le de mucha importancia a los goles, claro que estos son los que dan Balones y Botas de Oro y por supuesto que campeonatos. Sin embargo, mi fascinación en los jugadores de futbol no recae en la cantidad de dianas que anoten, sino más bien en el porqué de sus goles; yo me fijo en las razones previas al gol: sus movimientos, desmarques, visión, control de balón y hasta la manera en que tuercen el pie para que el balón tome tal dirección o efecto. Por esto, puedo decir que Gnabry me sorprendió y no por sus 4 goles ante los Spurs, me puso los pelos de gallina por ver lo comentado anteriormente, su desmarque, control de balón y definición impecable.
Así veo yo el futbol, no me concentro tanto en los goles o en las estadísticas personales de cada jugador, yo admiro las previas de la anotación, el camino que vivió el balón antes de impactar las redes; me fijo en los porqués, y el Bayern Múnich los tiene muy bien definidos…
