Macron lanza una indirecta a Trump

En una ceremonia sin precedentes por la presencia de más de 70 dirigentes de los cinco continentes, el presidente francés carga contra el nacionalismo

El mundo conmemoraba el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial y las tensiones que dividen este mundo quedaron al descubierto en París. El anfitrión, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, representantes de las dos potencias enemigas entre 1914 y 1918, alertaron ayer domingo del peligro de nuevas catástrofes. “El patriotismo es el exacto contrario al nacionalismo. El nacionalismo es su traición”, dijo Macron. Un mensaje a los más de 70 jefes de Estado y de Gobierno presentes. Y, sobre todo, al presidente de EE UU, Donald Trump, que reclama sin complejos el nacionalismo y el América primero.

Al pie del Arco del Triunfo, bajo una lluvia persistente, se escenificaron dos visiones antagónicas: la de los defensores del llamado orden liberal, con Macron y Merkel a la cabeza, y quienes lo cuestionan, como Trump. Entre los asistentes, se encontraban el presidente ruso, Vladímir Putin; el turco, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el rey Felipe VI.

El contexto político contaba. Siete meses antes de unas elecciones europeas que Macron plantea como un choque entre progresistas y nacionalistas. Una Europa fracturada en bloques ideológicos y en la que su aliada principal, Merkel, ha iniciado la retirada. Y un aliado americano desinteresado en las mismas instituciones de las que fue impulsor y garante. El presidente francés quiso poner a sus homólogos ante una disyuntiva. O esta arquitectura, nacida tras la Segunda Guerra Mundial y encarnada en la ONU y la UE entre otras instituciones, se preserva y moderniza, o el mundo está abocado a otros desastres.

“Diciendo ‘nuestros intereses primero y qué importan los de los otros’ se borra lo que una nación tiene más precioso, lo que la hace vivir, lo que la lleva a ser grande, lo más importante: sus valores morales”, añadió Macron para distinguir entre nacionalismo y patriotismo. “Sumemos nuestras esperanzas en vez de oponer nuestros miedos”.

El desarrollo de la jornada fue revelador. En la ceremonia de la mañana, los jefes de Estado y de Gobierno llegaron juntos a pie al Arco del Triunfo por los Campos Elíseos: un momento que debía proyectar la imagen de unidad en el centenario del fin de las matanzas. Trump y Putin llegaron por su cuenta. La primera ministra británica, Theresa May, participó en las ceremonias del armisticio en Londres, no en París.

La foto se prestaba a múltiples lecturas. “Sólo depende de nosotros que esta imagen se interprete en el futuro como el símbolo de una paz duradera entre las naciones y no como la fotografía del último momento de unidad antes de que el mundo caiga en un nuevo desorden”, comentó Macron.

Por la tarde, los líderes —menos Trump— se desplazaron al pabellón de La Villette, en el norte de París, para participar en el Foro de la Paz, cónclave ideado por Macron para impulsar el multilateralismo.

Texto y fotos: EFE

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