Tal como ha sucedido en sus visitas previas, la llegada del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, congregó a cientos de meridanos en el aeropuerto “Manuel Crescencio Rejón y Alcalá”, donde destacaron los gritos de maestros despedidos quienes pidieron que los atienda.
De hecho, varios de ellos alcanzaron a entregar carpetas y sobres en los que describieron los problemas que enfrentan.
Cerca de las 18:30 horas del jueves el avión que trajo a la capital yucateca al mandatario nacional tocó tierra y después de unos minutos se hizo visible su silueta en el largo pasillo de las llegadas de vuelos nacionales.
Recibieron a AMLO el gobernador Mauricio Vila Dosal y el director regional de ASUR, Héctor Navarrete Muñoz.
Con porras de “Presidente”, “Presidente”, recibieron al mandatario, aunque también hubo otras que refería al apellido del gobernador, en este caso por trabajadores del Cobay, quienes acudieron a la recepción con todo y su uniforme de trabajo.
“Voy a hablar en la cena”, dijo López Obrador cuando la prensa local le hizo cuestionamientos, mientras Vila Dosal y su personal abrían espacios para avanzar hacia la salida del aeropuerto.
El mandatario federal dijo que en otro momento contestará a los cuestionamientos, “mañana”, en referencia a la “Mañanera” que ofrecerá este viernes a las 7 am en la Base Aérea No. 8 de Mérida.
Cuando avanzaba entre el tumulto varios maestros despedidos, de acuerdo a lo que dijeron, pedían ser atendidos, pero el mandatario nacional se limitó a agarrar algunos sobres y carpetas, pero no se detuvo a charlar con nadie.
Lo que sí hizo fue detenerse a tomarse fotos y selfies con los meridanos que lo solicitaron, entre ellos jóvenes y mujeres.
El gobernador Vila Dosal y López Obrador se retiraron en una camioneta negra con rumbo a la cena con los Premios Nobel de la Paz.
Este viernes, además de la mañanera, estará en dos eventos en Izamal y Acanceh, en reuniones de supervisión en las clínicas de dichos municipios.
Texto y foto: Esteban Cruz Obando
