Manzanero vive en su legado

A un año de la lamentable partida del compositor yucateco, artistas recuerdan sus grandes enseñanzas

El 28 de diciembre del año pasado nadie pensó que fuera real la muerte del reconocido artista, cantante y compositor Armando Manzanero Canché, ya que justo en esa fecha se acostumbra entre los mexicanos, y también entre algunos yucatecos, jugar bromas bajo el pretexto del “Día de los Inocentes”, por lo que más de uno pensó que se trataba de algún mal chiste de Internet.

Sin embargo, lamentablemente, la noticia era real, y Armando Manzanero había fallecido en un centro hospitalario a sus 85 años, tras varios días de estar combatiendo los síntomas del coronavirus, pero lo más importante fue también estuvo ingresado por algunos problemas en los riñones, según relataron varios medios de comunicación locales tras el suceso.

A un año de esta pérdida que entristeció al pueblo yucateco, aquellos que convivieron con el maestro todavía recuerdan las enseñanzas que les dejó a lo largo de su vida, pues sin importar el lugar en que haya estado, su vocación por transmitir aquellos conocimientos musicales que guardaba florecían ante los artistas más jóvenes.

Un maestro consumado

Ejemplo de esto es el trovador Diego Jesús Cocom Cocom, director de Trío “Ensueño”, que toca en Mérida desde 1989 y tuvo la oportunidad de toparse con Manzanero en unas cuantas reuniones que éste organizaba para familiares y amigos, así como en restaurantes y programas en los que coincidían.

Relató que su relación era más que nada laboral, siempre en plan de trabajo, y que usualmente coincidía con el maestro en el restaurante principal del hotel Fiesta Americana, cuando él venía a visitar sus tierras y pasaba por varios puntos de la ciudad.

Señaló que don Armando siempre se tomaba el tiempo de hacer unas cuántas recomendaciones a los trovadores, mientras consumía sus alimentos, esto con la intención de ayudar y mejorar la calidad musical de los artistas yucatecos.

“Él nos aconsejaba, brevemente porque estaba comiendo, pero nos decía: no, esa canción por ejemplo es una canción yucateca que se debe tocar con más fluidez, hágale así mejor. Él era una persona que le gustaba compartir su conocimiento, intuyo que tal vez le faltaba el tiempo para poder convivir con todos, pero sí estimulaba siempre a que nos superemos como artistas”, declaró Cocom Cocom.

Una tarea encomendada

Consideró que el maestro Manzanero dejó la tarea a todos los artistas locales de continuar con el romanticismo para seguir proyectando en el mundo la cultura yucateca a través de las canciones y del orgullo de ser de estas tierras.

Recordó que don Armando siempre estará presente en su música, por lo que ya no será olvidado, pues se ha convertido en un ícono y en una leyenda, además, nunca falta quien pida una canción de Manzanero en los lugares donde toca el trío “Ensueño”.

Cumplió promesa a Los Juglares

Por otro lado, también con un ambiente nostálgico, César Marrufo Mena, integrante y director artístico de “Los Juglares”, grupo en el mundo de la Trova que acompañó en muchas ocasiones al compositor durante sus giras, eventos y espectáculos.

Contó que cuando el grupo apenas estaba iniciando, tuvo la oportunidad de coincidir con Manzanero, quién al escucharlos les dijo que algún día le gustaría que formaran parte de su equipo, lo que llenó de esperanza a los trovadores, y luego, varios años después, cuándo se dio el tiempo necesario, volvieron a reencontrarse y ahí fue cuando el maestro les dijo “saben qué, ya quiero que toquen conmigo, vamos a hacerlo”.

Reveló que un mes antes del lamentable suceso estaban grabando un proyecto que tanto ellos como el maestro Manzanero deseaban hacer, el cual era un disco de tributo a la trova yucateca, aunque sólo llegaron a grabar dos canciones durante una jornada de todo el día del 22 de noviembre.

Pendiente un caldo de puchero

Recordó que luego de esto, habían quedado en que don Armando iba a hacer un caldo de puchero para invitar a todos durante la siguiente grabación, pues le gustaba mucho la cocina y toda esa cuestión, por problemas de agenda, ya no se pudo concretar.

Consideró que Armando Manzanero era un trovador yucateco consumado, y que fue una fortuna que él los corrija en muchísimas ocasiones sobre  cómo deberían interpretar ciertas melodías, que ellos, aún con el tiempo de experiencia que tenían como “Los Juglares”, tocaban mal todavía.

Destacó la sencillez del compositor, a pesar de ser el monstruo musical por esos años de experiencia, porque cada vez que los corregía, el maestro se sentaba al piano a mostrarles cómo se debería tocar una melodía de la trova yucateca tradicional.

Dijo que en muchas ocasiones pudieron hacer viajes internacionales junto a Armando Manzanero, a lugares como Europa, casi toda Latinoamérica, en ciudades de Costa Rica, Ecuador, Perú, entre otros; e incluso a Miami, y varias metrópolis de Estados Unidos.

La radio, otra pasión de Manzanero

Declaró que el maestro Manzanero amaba la radio sobre otros medios de comunicación, decía que nunca pasaba de moda porque la gente siempre escucha radio, por lo que, en varias ocasiones estuvo gustoso acompañar a César Marrufo en su programa radiofónico “Guitarra Trovera” en el 92.9 FM.

De igual forma, mencionó que durante sus presentaciones muchas veces tuvieron que decirle a Armando Manzanero que cantará en lugar de estar contando chistes, pues él era una persona con bastante carisma que hacía reír a la gente a través de relatos, como un comediante.

A un año de su muerte, la gente que lo conoció recuerda a Armando Manzanero con mucho cariño, pues siempre demostró su vocación de maestro aconsejando y guiando a los artistas locales, así como su sencillez y gran carisma.

Coincidieron en que nunca será olvidado, pues en su música y en los corazones de los yucatecos siempre estará vivo.

Texto: Diego Cervantes

Fotos: Cortesía

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