El mes de marzo pasado representó cifras récord de temperaturas para la Península de Yucatán, el más cálido en 33 años, según establecen autoridades climatológicas.
Si 2019, registró elevadas temperaturas y fue el año más cálido desde 1953, este año podría ser superar los reportes, ya que la temperatura promedio en el país fue de 22.4 grados centígrados, esto es 1.3 grados Celsius más que en 2018, advierten los reportes climatológicos de la Comisión Nacional del Agua.
El seguimiento de cifras y datos que analiza esta dependencia establece que, 2019, fue un año con alto déficit de lluvias de hasta un 35 por ciento en la zona Peninsular. La presencia del efecto climatológico denominado “El niño” que se inició en 2018 ocasionó cambios y modificaciones en aspectos climáticos.
Es decir, que las lluvias esperadas en la zona ganadera no llegaron y en muchos de los casos, la agricultura y la ganadería de Yucatán, reportaron un notable déficit en captación de aguas y crecimiento de pasto ganadero.
En lo general, estos cambios también estarán afectando al sector agrícola y ganadero del estado, por ello, también es vital que las personas que están integrados a estos sectores económicos tomen precauciones, generen las alternativas para superar los diferentes aspectos que afectan a sus producciones y con ello generar una mayor capacidad en sus tareas y procesos económicos.
En cifras de la CNA, el mes de marzo superó los estándares establecidos en temperaturas para México. Cuantifica que, los cambios climáticos estás afectado ya a sectores económicos, la temperatura media promedio que se registró en el país entre 2015 y 2018 de 22.3°C, fue superior por 1.5°C a la que se registró entre 1985 y 1990, cuando el mismo promedio fue de 20.5°C: eso significa que, en los últimos 28 años, la temperatura media del país incrementó casi 9 por ciento.
Los reportes de la CNA establecen que en el primer trimestre de 2020 la península tiene un rezago en captación pluviométrica, bajas precipitaciones, una alta concentración de calor, lo que también ha provocado incendios forestales que han ocasionado siniestros y pérdida de cerca de 2 mil 400 hectáreas, primordialmente de pastizales y selva media baja.
Texto y foto: Acom
