La matrioshka, mamushka o babushka, es una serie de muñecas tradicionales de Rusia que van apiladas una dentro de otra. Su origen se data a 1890 y se caracterizan por ser multicolores y alegres en su diseño.
En sus comienzos eran muy tradicionales, sin embargo, con el paso de los años y su fama con los visitantes extranjeros, la matrioshka se fue internacionalizando y fue ganando diferentes formas y tintes.
Las muñecas generalmente están hechas de madera, esto debido a su ligereza y fina textura. Es de señalar que el árbol que se usa para construirlas es principalmente talado en abril, debido a que es cuando tienen más savia. Asimismo, todas las figuras que van dentro de la primera deben ser creadas de la misma madera, esto por la expansión y contracción de la madera, además de la humedad.
Antes de tallar se deben dejar pasar dos años para que la madera gane pureza y pueda ser trabajada de forma correcta. Posteriormente, el artista debe comenzar con la más pequeña de todas las matrioshkas y así consecutivamente para conseguir el número de muñecas deseado.
En sus comienzos, la pintura no era un factor realmente importante en su construcción, no obstante, con el paso de los años los artistas se han dado cuenta de la relevancia y diferencia que puede tener este factor al momento de pinttarla.
Las matrioshkas son pintadas principalmente con óleo. A veces se pueden encontrar algunas hechas con acuarelas, pero es una práctica poco común. En tiempos anteriores se uso gouache, témperas y acuarelas, todas estas difíciles de conseguir y costosas.
Finalmente, es de señalar que las matrioshkas en el pasado comenzaron a ser pintadas buscando plasmar ideas y figuras religiosas. Esto se detuvo durante un buen período de tiempo, hasta que resurgieron con la reapertura de Rusia a la religión.
Por Mario A. Gamboa Solís
