Medina Sonda niega su participación, pero lo vinculan por feminicidio

El Juez de Control del Segundo Juzgado de Juicio Oral, Luis Edwin Mugarte Guerrero, encontró elementos para vincular a proceso por el delito de feminicidio a Martín Alberto Medina Sonda, quien presuntamente mandó a matar a su exesposa Emma Gabriela Molina Canto, pese a que en su declaración preparatoria negó todas las acusaciones que presuntamente lo involucran con el homicidio de la madre de sus tres hijos.

Como se ha informado, Molina Canto fue asesinada por dos sicarios enviados desde Tabasco, en donde Medina Sonda purga una condena de más de 12 años por lavado de dinero, el pasado 27 de marzo enfrente de su casa, en la colonia San Luis de Mérida.

En su declaración, hecha a través de una videoconferencia con mala calidad desde Villahermosa, en donde se encuentra recluido desde el pasado 14 de octubre del 2014, Medina Sonda negó los cargos, pues dijo que nunca hizo una llamada para ordenar el asesinato, que no puede hacer ningún depósito desde la cárcel y menos quiso rehacer su vida marital con su exesposa, ya que vivían en ciudades separadas desde el 2010 y desde el 2012 estaban divorciados.

A Emma, los presuntos asesinos, Oscar M.L.T. y Jonathan M.A., le propinaron 11 puñaladas enfrente de sus hijos, para después intentar darse a la fuga, pero fueron detenidos dos horas después (más o menos 17 horas de ese 27 de marzo) en los alrededores del ADO cuando pretendían salir de la ciudad.

Tres días más tarde, la Policía Investigadora de la SSP y elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) detuvieron a César Rogelio R.B. en Ecatepec, Estado de México, quien declaró en forma privada que recibió un depósito de 70 mil pesos para pagar a los asesinos de Emma Gabriela.

Ese dinero, según trascendió, lo habría depositado Medina Sonda para que se pagara a los sicarios tabasqueños, quienes llegaron a Mérida para darle “un susto” a la ahora occisa.

A través de la transmisión en imagen y video por internet, por cierto, con muchos problemas técnicos, principalmente en la voz, tanto que hasta se tuvo que suspender por cinco minutos para reemplazar un disco de archivo en Villahermosa, Medina Sonda negó que él haya mandado a matar a su exesposa, una declaración que se esperaba.

–No pude hacer la llamada que la Fiscalía (General del Estado) dice, no hay registros de la misma porque nunca sucedió —indicó.

Dijo que por su condición de interno en el penal de Tabasco, donde se encuentra preso desde el pasado 14 de octubre del 2014 por el delito de lavado de dinero, del cual ya fue condenado a 12 años de prisión, no tiene acceso a celulares y que el único teléfono está bien vigilado y con claves.

–En los operativos que realiza la autoridad para buscar objetos prohibidos al interior del Centro de Reinserción Social no me han encontrado nunca un teléfono celular —argumentó.

Rechazó haber realizado depósito alguno hacia César Rogelio, uno de los presuntos copartícipes en el delito, pues su calidad de recluso le impide realizar cualquier transacción en el sistema bancario mexicano.

Negó tener motivo para asesinar a su excónyuge, toda vez que desde el 2008 se separaron y para el 2012 cortó toda relación con la hoy occisa, por lo que el argumento de la Fiscalía, de que él pretendía forzar a Emma Gabriela a regresar a su lado, es totalmente falso.

Más tarde, cuando preguntaron la parte acusadora y los asesores jurídicos de la víctima indirecta, Ligia Teresita Molina Canto, se negó a contestarlas.

Tras escuchar los cargos y una relatoría de las investigaciones de la FGE, el Juez Mugarte decidió vincular a proceso a Medina Sonda, imponerle dos años de cárcel preventiva y dar hasta el mes de agosto a la Fiscalía para que realice su investigación complementaria.– Esteban Cruz Obando

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