Sergio Vadillo Lora y Rolando Zapata Bello, candidatos a diputado federal y senador por la Coalición Fuerza y Corazón por México, se reunieron con vecinos del poniente de Mérida, quienes resaltaron que el PRI está vivo, “gracias a nosotros los que creemos en el partido y estamos de nuevo en las calles para demostrarlo.
Como han hecho desde el inicio de sus campañas, el registro de las peticiones quedó en un documento que aplicarán una vez que lleguen al cargo.
Los aspirantes del PRI-PAN-PRD fueron recibidos en las colonias San Damián y Juan Pablo II, donde decenas de personas expresaron sus inquietudes relacionadas con servicios públicos como limpieza de alcantarillado, fugas de agua y problemas de iluminación.
En la San Damián, Bertha María Pech Cano les dijo que contra lo que muchos pretenden decir, el PRI no está muerto.
“Está vivo, muy vivo y quienes lo hacemos vivir somos nosotros sus militantes, sus simpatizantes que hemos vuelto a salir a las calles”, dijo la vecina.
Ante Zapata Bello y Vadillo Lora, también Coordinador del proyecto “Identidad Priísta” que desde 2023 busca el reencuentro del tricolor con su militancia, Pech Cano refrendó el compromiso de la militancia de San Damián de permear a ese sector con la esencia del PRI.
-Se trata -prosiguió la militante- de exaltar los mejores valores de Yucatán y mantener al estado alejado de ideologías que atenten contra su cultura y forma de vida.
Vadillo Lora y Zapata Bello distinguieron a ocho personas con la medalla de identidad priísta en reconocimiento a su trayectoria en el partido:
Laura Anastasia Yerves Canul, Sammy Carrillo Cen, Rosa Martín Aké, Margarita Palma Cab, Gabriela Vázquez Lavadores, Genny Rodríguez Castilla, Bertha María García Medina e Ismael Pat Chi.
Al hablar de la salud, Zapata Bello explicó que existe una encrucijada para aquellas personas que tienen a un familiar enfermo y que por las actuales condiciones complicadas del sistema sanitario tienen que comprometer su patrimonio para salir adelante.
En este sentido, se mostró partidario de que cuando el sistema público esté impedido de atender a una persona enferma, por el motivo que fuere, sea canalizada a una clínica privada que pueda garantizar su atención para su recuperación bajo un esquema de subrogación.
Vadillo Lora expuso que los trabajadores de salud reciben una “embestida a sus derechos laborales” que merman su ánimo y afectan sus ingresos.
Adelantó que desde la Cámara de Diputados impulsará reformas para devolver esos beneficios a los trabajadores de base y a los sindicalizados.