Cientos de motuleños dicen estar arrepentidos de haber apoyado al alcalde Roger Aguilar Arroyo, porque se volvió a equivocar en el manejo de la pandemia y su apatía ha propiciado el aumento de casos en el municipio.
El controvertido primer edil no realizó una campaña preventiva y su pasividad durante los festejos decembrinos ocasionó un alza de contagios. Pese a los estragos que causó “ómicron” en Europa, fue incapaz de intensificar las medidas sanitarias.
Si en las calles se observan que los motuleños no utilizan cubrebocas, pues hay que insistir en el exhorto. Él, como edil, debe tener más tiempo la mascarilla y tiene que predicar con el ejemplo.
Como dice el refrán: Aguilar Arroyo vio las barbas de su vecino cortar y no puso las suyas a remojar.
Roger Aguilar Arroyo es una persona polémica. En su anterior gestión se vio involucrado en varios escándalos, donde uno de los más sonados fue la contestación que le dio a una mujer que le solicitó un terreno, para que construya una vivienda: “búsquese un macho”. Estos comentarios son discriminatorios y no son la forma de contestar de un político, por lo que activistas lo denunciaron para que fuera sancionado, pero finalmente no lo consiguieron.
Los motuleños recurren a las autoridades para que les solucionen sus problemas; el alcalde se sintió rebasado, porque no cuenta con suficientes recursos, por lo que deberá que esforzarse para argumentar sus evasivas.
Trascendió que no se le dio jugada para que aspire a una diputación y tenga que seguir como alcalde, al que también apodan “el Zorro”.
Vecinos manifestaron que Motul no merece un alcalde de la calaña de Roger Aguilar Arroyo.
Texto: Darwin Ail Baeza
Foto: Cortesía