Durante la homilía del domingo en la catedral de Campeche, el obispo Francisco González González señaló que las lecturas del día “hablan del amor al prójimo como mandamiento, por eso trataremos sobre la caridad cristiana y los deberes que tenemos para con nuestros semejantes; pero hoy en día podemos escuchar y ver que existe la envidia entre las personas, y cómo todo va unido de la mano con el interés”.
En la ceremonia, el obispo señaló que este mes de Julio está dedicado a la Virgen del Carmen y que hay que orar por las necesidades de la diócesis, de nuestra ciudad y del país entero.
“Amar a Dios es percibir que nos acompaña en la vida, que es capaz de obrar con misericordia en los pequeños detalles, y nos mueve a que ese amor pase por nuestro corazón, y se lleve a la práctica, por lo tanto es una relación que emana de Dios, y que se dirige hacia toda la humanidad, tan solo es necesario hacerlo presente en nuestra vida”, indicó.
El patriarca católico enfatizó que “debemos amar a Dios como nos pide el evangelio, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas y con todo nuestro ser; así, con esa medida, debemos amar a Dios. Ambos mandamientos están unidos, uno es consecuencia del otro y no podemos amar a nuestros semejantes sin amar a Dios”.
En el caso del Evangelio del domingo, el obispo señaló que la caridad incluye a todos, tanto al extraño, como al samaritano, al que no es del país, al que era considerado enemigo de la nación judía, quien ayudó al malherido por los ladrones.
Sin embargo, en el ejercicio de la caridad, debemos saber que nuestro prójimo es aquel que el Señor nos presenta en nuestro camino, puede ser un familiar, pero también puede ser un extraño. “Claro ejemplo lo vemos con nuestros hermanos migrantes, cuántos no han arriesgado su vida por cruzar el río y darle mejores oportunidades a su familia”, finalizó.
Texto y foto: Agencia
