A 103 AÑOS de la entrada de Salvador Alvarado a Mérida su obra se agiganta con el tiempo y se refleja en un gobierno conducido con acierto y energía, que promueve la armonía social, el desarrollo y el crecimiento, destacó el magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Ricardo de Jesús Ávila Heredia, durante la ceremonia conmemorativa a este hecho histórico.
Reunidos bajo el monumento en honor al “yucateco por adopción”, la secretaria General de Gobierno, Martha Góngora Sánchez, encabezó la colocación de una ofrenda floral, así como la guardia de honor.
Ante funcionarios, el orador representante de los tres órdenes de gobierno, compartió que la obra Alvaradista fue el inicio de un Yucatán de transformaciones sociales, culturales y económicas en beneficio del pueblo yucateco.
Su obra formó la base para reflejar un gobierno conducido con acierto, en la cual se impulsa la modernidad de las comunicaciones, tanto terrestres con carreteras y puentes, y la marítima en Puerto Progreso; que promueve inversiones locales, nacionales y extranjeras que crean fuentes de trabajo y con sentido social construye nuevos hospitales.
“Salvador Alvarado nació en Sinaloa, pero puede ser considerado como yucateco por adopción y determinación propia. Lo consideramos nuestro, es benemérito del Estado y así consta en las paredes del Congreso del Estado; soldado, político, gobernante, estadista y reformador social cuya figura se impone con el tiempo”, expresó ante los asistentes.
Añadió que recordar su memoria y dar a conocer sus ideales y logros a las nuevas generaciones, es imperativo para que Yucatán siga creciendo, pues las acciones del gobierno no se agotan con las obras materiales, sino que esas acciones deben trascender a todos los órdenes sociales, como soñó Salvador Alvarado para los habitantes de Yucatán.
Texto y foto: Jesús Gómez