Locatarios lamentaron que la administración municipal saliente haya dejado como uno de sus grandes pendientes la atención al Galerón.
El peligro es latente porque a pesar de que el uso de tanques de gas en esta parte del Lucas de Gálvez es necesario porque todos expenden comidas, no se cuentan con salidas de emergencia para el caso que se registre una explosión.
También señalan que, aunque ya no hay problemas con la disponibilidad del agua potable sólo hay una toma funcionando por lo que las colas para llenar cubetas están a la orden del día. A pesar de todo, la afluencia de visitantes específicamente nacionales fue continua en este puente vacacional.
–Hay más venta ahora, y los clientes tiene como uno de sus preferidos al chocolomo, además del mondongo que es otro de los platillos que más busca el público en este lugar, donde a pesar de las condiciones en las que estamos físicamente, hay quienes vienen a comer a determinado lugar porque han comido allí desde hace 10, 20 ó 30 años, aquí se recuerda mucho el sazón del famoso Colorado –dijo Miguel Ronquillo Peña, quien destaca que además de los platillos antes mencionados ofrece el puchero y el relleno negro, que ofrece en raciones completas o medias que cuestan 65 ó 40 pesos respectivamente.
El entrevistado que tiene 4 décadas trabajando en el mercado, destaca que el turista nacional es el que más visita este lugar por el interés que tiene de probar como son los guisos que se comen en los hogares de los lugares que visitan, mientras que el extranjero de plano no entra.
–Hay visitantes que se quedan calladitos, y otros que hablan mal de nuestro mercado, por las condiciones de higiene que el Ayuntamiento no se preocupa por mantener al día, es lamentable que termine esta administración y que no se haya logrado terminar ni la primera parte de la construcción de nuestro nuevo mercado, por eso esperamos que esta nueva administración se enfoque más al Lucas de Gálvez –señaló.
Dijo que es triste que los alcaldes que pasaron no tengan la sensibilidad para darse cuenta de una necesidad tan apremiante.
Texto y foto: Manuel Pool
