La secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Celeste Saulo, ha advertido de que las lluvias que han devastado Valencia o la virulencia de los huracanes Beryl, Helene y Milton son una llamada “a despertarse y actuar rápidamente” ante el cambio climático y sus efectos.
En el marco de la apertura de la cumbre del clima de la ONU de Baku (COP29), Saulo ha pedido a los legisladores mundiales que actúen para reducir rápidamente las emisiones de carbono y para prepararnos “para lo que está por venir como una comunidad”.
“Afrontamos riesgos naturales que, sumados a la exposición y la vulnerabilidad de la sociedad, hacen que debamos incrementar los sistemas de monitorización, mejorar su efectividad y comunicar a las diferentes comunidades que promuevan la resiliencia”, ha subrayado la secretaria general de la OMM que ha recordado a los mandatarios que tienen “la responsabilidad de mantener esto en la agenda”.
El organismo científico de Naciones Unidas ha actualizado el estado del clima global del que Saulo ha destacado la aceleración de la subida del nivel del mar y las altas temperaturas globales.
Entre enero y septiembre de este año, la temperatura media del planeta superó en 1.54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX, que es tomada como referencia si se quieren evitar efectos catastróficos sobre la naturaleza y los seres humanos, según la OMM.
No obstante, el calentamiento global a largo plazo (tres décadas) se mantiene por debajo de ese umbral, aunque las mediciones indican también que los últimos diez años han sido en conjunto los más cálidos registrados y que la temperatura del mar va en aumento.
El Boletín del Estado del Clima de la OMM indicó que la extensión del hielo en la Antártida ha sido en lo que va del año la más baja jamás observada, mientras que se sigue acelerando el retroceso de los glaciares.
Y casi no existe ya duda de que el decenio 2015-24 será el más caliente jamás visto, con lo cual solo queda esperar que siga la subida del nivel del mar y del calentamiento de los océanos, y que los fenómenos meteorológicos extremos causen más daños en las comunidades y economías de todo el mundo.
En los primeros nueve meses de este año, la temperatura fue influida no sólo por las concentraciones de gases de efecto invernadero, particularmente el dióxido de carbono, sino también por el fenómeno de El Niño.
EVITAR EFECTOS CATASTRÓFICOS
Entre enero y septiembre de este año la temperatura media del planeta superó en 1.54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX, que es tomada como referencia si se quieren evitar efectos catastróficos sobre la naturaleza y los seres humanos, indicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
No obstante, el calentamiento global a largo plazo (tres décadas) se mantiene por debajo de ese umbral, aunque las mediciones indican también que los últimos diez años han sido en conjunto los más cálidos registrados y que la temperatura del mar va en aumento.
El Boletín del Estado del Clima de la OMM, que se ha publicado coincidiendo con la inauguración de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Azerbaiyán, indicó que la extensión del hielo en la Antártida ha sido en lo que va del año la más baja jamás observada, mientras que se sigue acelerando el retroceso de los glaciares.
Y casi no existe ya duda de que el decenio 2015-24 será el más caliente jamás visto, con lo cual solo queda esperar que siga la subida del nivel del mar y del calentamiento de los océanos, y que los fenómenos meteorológicos extremos causen más daños en las comunidades y economías de todo el mundo.
El calentamiento global está definido por consenso científico como el aumento de la temperatura media global de la superficie, que es la temperatura media del aire cerca de la superficie de la tierra y del océano, promediada en un periodo de 30 años, en relación con niveles de la era preindustrial.
En los primeros nueve meses de este año, la temperatura fue influida no sólo por las concentraciones de gases de efecto invernadero, particularmente el dióxido de carbono, sino también por el fenómeno de El Niño.
Al publicar estos datos, la OMM no quiso transmitir fatalismo y señaló que aunque de momento el calentamiento mensual y anual supera los 1.5º establecido como límite, esto no significa que se haya fracasado en alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, puesto que las temperaturas están sujetas a una serie de anomalías que pueden hacerlas variar de forma importante.
Entre estas anomalías figuran por ejemplo los fenómenos de El Niño y La Niña, o erupciones volcánicas.
A pesar de esta nota de esperanza, la organización, que funciona como el brazo científico de Naciones Unidas, reconoció que cada fracción de grado Celsius de calentamiento importa por su impacto en la intensidad de los fenómenos climáticos extremos.
“Las lluvias y crecidas sin precedentes, la rápida intensificación de los ciclones tropicales, los mortíferos episodios de calor, la sequía implacable y los devastadores incendios forestales que hemos visto este año son nuestra nueva realidad y un anticipo del futuro”, comentó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, citada en un comunicado.
Texto y fotos: EFE / Agencias