Desde hace seis años las personas pueden acudir al lugar a refrescarse y pasar un ameno tiempo con sus seres queridos
El comerciante Demetrio Cabrera es un salmón, ya que demostró que nada a contracorriente pues hace 6 años inició el Parque Acuático Splash en Homún, en pleno anillo de cenotes, en lo que parecía un inminente “naufragio”, pero que resultó todo lo contrario.
Además en este lugar los asistentes no sólo disfrutan de las piscinas, tobogán y fuente, sino que se come un poc chuc que prácticamente no tiene nada que envidiarle al que se realiza en Maní, sólo hay que llevar su aguacate, aunque en realidad no creo que haya estómago para esto, dado que es un platillo que hasta prácticamente se tiene que comer sin tortilla. También hay pescado frito, que es un guiso que casi no puede faltar cuando uno va a la playa o darse un chapuzón como en este caso. En entrevista con Peninsular Punto Medio, el gerente del parque, Saúl Cabrera Echeverría, señaló que sus papás Demetrio Cabrera y Efy Echeverría son comerciantes: tienen un supermercado, una tienda de regalos y papelería, y cuando se dio el “boom” de los cenotes, a su papá se le ocurrió hacer un balneario.
“Parecía una locura ya que en el poblado hay muchas opciones para bañarse, pero también hay otra opción y ésta es ideal para toda la familia”, dijo.
Actualmente en los cenotes se tienen que bañar con chalecos, que da mucha confianza para aprender a nadar, pero hay quienes les gusta la piscina.
Explicó que como comerciantes han aprendido a tener varios negocios ya que estos suelen ser por temporadas.
“El parque acuático baja para diciembre y de allí hasta marzo, por lo que aprovechamos para realizar el mantenimiento total, para diciembre con los regalos de Navidad es la temporada alta del otro negocio”, comentó.
Cabrera Echeverría recordó que cuando comenzó no estaba muy convencido porque apenas se concluyó de construir una piscina, se tenía una palapita y mesitas.
“Y me dice mi pap, hay que iniciar ya que se había invertido una fuerte cantidad y él no quería sentía que estaba en obra negra, entre escombro y la gente comenzó a venir”.
Un domingo iban hasta 50 personas, lo que daba buena señal porque desde que iniciaron se tenía el objetivo de ser un parque con varias piscinas y ahora quieren que sean varias etapas, en un futuro hasta quieren dar hospedaje y que la gente se pueda quedar a dormir.
Recordó que cuando inició esto él acababa de terminar la carrera de Ciencias de la Comunicación y estuvo trabajando en varios negocios que no le satisfacían hasta que su papá le ofreció hacerse cargo de éste, lo que no dudó.
Fue otra etapa muy difícil debido a que apenas estaban comenzando y llegó la pandemia, por lo que estuvieron cerrados durante 2 años.
“Fuimos de los últimos giros que abrimos, a finales de febrero del año pasado volvimos a abrir”, resaltó el empresario.
Explicó que se capacitaron para darle el mejor mantenimiento a las piscinas, el uso adecuado de los filtros, que el agua se mantenga cristalina.
Actualmente el precio para entrar es de 50 pesos y se cuenta con albercas, toboganes, aguabar, restaurante, palapas, áreas verdes, menú a la carta, vestidores, regadera y estacionamiento.
Ante los constantes aumentos de precios y que tendrían que estar subiendo cada semana, lo realizan por temporada, y “aunque le bajamos a las ganancias los clientes se van satisfechos”.
También cuentan con el seguro de responsabilidad, por lo que los clientes pueden estar tranquilos en su pasadía en este lugar.
En temporada vacacional abren todos los días de 10 de la mañana a las 18 horas, y en temporada normal de viernes a lunes.
Hay varias promociones en bebidas y alimentos, en entradas gratis, para mayores informes pueden consultar al Facebook el parque acuático o al celular 9994 86 80 36.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía