Un análisis detallado acerca del significado de la Oración del Padre Nuestro es la que realizó ayer el Obispo Auxiliar de Yucatán, monseñor Pedro Mena Díaz y en la que dejó en claro que hay que aprender a perdonar para sanar el alma y hacernos amigos de Dios y evitar las tentaciones que el maligno nos ofrece a diario.
“En los evangelios de San Lucas y San Mateo se recogen las palabras con las que Jesús enseño a sus discípulos a orar y tenerle confianza a Dios, indico al iniciar su predica ayer en la misa episcopal celebrada en la S.I. Catedral.
El Padre Nuestro nos lleva al compromiso de perdonar, y se nos olvida cuando dejamos de rezar. No somos perfectos, no tenemos la familia perfecta, ni somos los padres, ni los hijos ni los hermanos perfectos, pero la clave para vivir en armonía es el perdón, dijo el prelado, quien destacó la importancia de meditar el contenido de esta oración y no decirla solamente de memoria como una rutina.
Jesucristo les decía a sus discípulos hagan su oración como la hago yo, porque ustedes también son hijos de Dios que es un padre amoroso que vela por nosotros, entonces vayan con la confianza del mundo a dirigirse hacia él”, dijo Monseñor Mena Díaz.
Cuando pronunciamos Padre nuestro que estás en el cielo, lo reconocemos como el creador de todo y santificamos su nombre en la tierra aún contra las consignas del mundo actual que nos lo quieren arrebatar de nuestra mente sustituyéndolo por los héroes de la Patria que están en las avenidas, y cuando pedimos que venga su reino, no hay que olvidar que aunque vivimos en la tierra hay que actuar para aspirar al reino de los cielos y no hacerle más caso al reino de la tierra, a lo material.
“No hay que ser como aquel joven que no escuchó el llamado de Jesús por estar más apegado a sus riquezas, eso es no tenerle confianza a Dios, es ser egoísta y no querer compartir con quiénes lo necesitan”, indicó.
Cuando pedimos que se haga tu voluntad debemos de aceptarla con satisfacción que no haya nada que nos llene más que cumplirla y buscar la felicidad en seguir su palabra.
Al abordar el tema de las tentaciones Monseñor pidió a los fieles no caer en los engaños de brujos y charlatanes que prometen liberarlos del mal.
“Recen a diario el Padre Nuestro que allí están esas palabras que el propio Jesús pronunció y que vivió la experiencia de haber sido tentado por el maligno, el poder de Dios es grande y está en la eucaristía, confiando en él, el maligno nunca podrá adueñarse de nosotros”, concluyó.
Manuel Pool