Personas privadas de su libertad reciben certificados de primaria y secundaria

De los 14 internos que recibieron sus documentos aprobatorios con validez oficial, cuatro fueron por terminar la primaria y 10 la secundaria

Debido a que la educación es capaz de transformar al ser humano y brindarle las herramientas para reconstruirse y regresar a la sociedad como una persona productiva, el Instituto de la Educación para los Adultos de Campeche (Ieea) informó que continúa reforzando las acciones para que más privadas de su libertad logren concluir sus estudios en educación básica.

Por lo anterior, Jorge Alberto Sanmiguel Wong, titular de la dependencia estatal, entregó 14 certificados al mismo número de internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén que concluyeron sus estudios de primaria y secundaria.

La entrega de estas certificaciones se dio en el marco de la conmemoración de las fiestas patrias, donde las autoridades educativas y del Cereso encabezaron el homenaje, para posteriormente disfrutar de vistosos bailables y antojitos mexicanos, donde mujeres y hombres privados de su libertad tuvieron entusiasta participación, para luego entrar los documentos aprobatorios con validez oficial de nivel primaria a cuatro reos, mientras que otras 10 internos recibieron su documentos que acreditaban que terminaron la secundaria.

En su turno a la palabra, Sanmiguel Wong manifestó que la educación es uno de los pilares más importantes para dar continuidad al proyecto de transformación que promueve el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la gobernadora Layda Sansores San Román, dirigido a los sectores más necesitados y que menos oportunidades tienen, ya que no solo cambia la vida de las personas, sino que también las transforma.

Constancias

Cabe recordar que en días anteriores el subsecretario del Sistema Penitenciario, Javier Herrera Valle, en representación del secretario de Gobierno, Armando Toledo Jamit, entregó 10 constancias de alfabetización en el Cereso de San Francisco Kobén.

Texto y fotos: Agencias