Para nadie es un secreto el excesivo uso de pesticidas en el campo yucateco, situación que ha sido denunciada por varias organizaciones como el Consejo Estatal de Chile Habanero y Ciudadanos Hartos Asociación Civil (CHAC). El problema se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza.
Los pesticidas son productos usados para acabar con plagas que afectan a los animales y plantas, y muchos, o la mayoría, de ellos cuentan con sustancias prohibidas que dañan el suelo y, por ende, el medio ambiente.
Según datos oficiales, al año se generan 80 toneladas de envases y que a diferencia de lo que se puede pensar, son los propios gobiernos, en sus diferentes órdenes, quienes promueven su uso a través de la entrega de apoyos. Situación que se agrava año con año.
En su momento, el presidente del Consejo Estatal de Chile Habanero, Freddy Urcelay Ríos, compartió para Peninsular Punto Medio que producto de esta situación las tierras están completamente contaminadas, incluso el manto freático, lo que no sólo afecta al productor, sino a los consumidores locales y nacionales.
“Todos los gobiernos siguen teniendo muy poco cuidado a la hora de proporcionar lo insumos, y por otro lado ha tenido control cero en los envases vacíos de pesticidas. Están tirados en el monte como si encontraras piedras”, comentó.
Por lo anterior, se impulsó un programa denominado “Campo Limpio” el cual consiste en recoger todos los envases vacíos que se encuentran en los terrenos de cosecha. Aunque esta es baja, en promedio 40 toneladas, es un pequeño avance para frenar la contaminación.
Solo para darse una idea de lo que esto puede causar, se ha documentado casos de cáncer, pérdida de la vista, mujeres embarazadas con afectaciones en el feto, intoxicaciones, irritación de piel, dolor de cabeza, náuseas, dolor de ojos, mareo, entre otras.
Por su parte, CHAC documentó que en Yucatán está plagado de 74 pesticidas no autorizados, de los cuales 44 son considerados altamente peligrosos, mientras que 33 están prohibidos en otros países.
Entre las sustancias más usadas se encuentran: glifosato, paraquat, imidacloprid, cipermetrina, clorpirifós, abamectina, metamidofós, endosulfán, 2,4-D y novadurón.
Texto: Jesús Gómez
Foto: Cortesía
