Atacan la zona con material pétreo. Señalan como medida preventiva el destape y la limpieza del sitio.
LUEGO DE QUE el 19 de abril la Profepa clausuró el rancho Asideros en Tizimín por rellenar un cenote con material pétreo, el delegado de la dependencia en Yucatán, José Lafontaine Hamui, señaló que el proceso en contra de los propietarios del terreno sigue en marcha, pero adelantó que, independientemente del resultado, deberán destapar y limpiar el cuerpo de agua hasta devolverlo a su estado original.
Lafontai Hamui comentó que la primera instancia del proceso legal debe resolverse en mes y medio, pero la sanción puede ir desde la multa hasta las que dicte el área de responsabilidad ambiental y la limpieza del cenote.
“Estamos analizando si es un delito ambiental, tenemos que administrar los hechos, no queremos adelantar vísperas porque nos encontramos en una etapa probatoria y como tal debemos respetar el derecho de defensa de los acusados. Pero desde luego que la restitución de las cosas es una de las medidas que se implementarán en el momento de que consideremos que se cometió la acción más allá de la duda razonable”, comentó.
Cabe recordar que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de manera total temporal el rancho “Asideros” en Tizimín, Yucatán, por afectar un cenote mediante relleno del mismo con material pétreo, tierra y restos de vegetación; sin contar con la autorización correspondiente para tal efecto.
La sanción por este tipo de actividades puede alcanzar una multa de hasta 50 mil días de la Unidad de Medida y Actualización y el artículo 420 Bis del Código Penal Federal establece una pena de 2 a 10 años de prisión a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.
Texto: Roberto Ojeda
