“Que metan a sus locales a los que venden en la calle y se acabe el ambulantaje”, claman los pocos que trabajan en los pisos superiores del San Benito; ilógico retiro de los módulos del INE y Japay
LOCATARIOS pidieron medidas urgentes para que el público visite el segundo y tercer nivel. “Que metan a sus locales a los que venden en la calle y se acabe el ambulantaje”, clamaron los pocos que trabajan de manera constante en los pisos superiores del San Benito.
Mientras que unos cuantos se quedan en los locales que ocupan en el segundo y tercer nivel, y pagan impuestos al SAT, las autoridades permiten que gente venda en las calles los mismos productos que en el mercado, por lo que ya no hay razón para subir y visitar esta zona del mercado que dicho sea de paso, sigue teniendo muy mala fama, a pesar de que la presencia de una caseta de la policía ha hecho disminuir notoriamente los actos delictivos.
—Si ha bajado la delincuencia, pero en la madrugada se siguen abriendo locales, debe haber policías que no se duerman en la noche y que con un perro se acompañen en sus rondines, sólo uno se queda. Si se da cuenta, casi no hay vigilantes acá arriba —comentó otro de los entrevistados quien dijo que en el tercer piso apenas 11 son las personas que trabajan sus locales.
Ante esta situación, vagos y parejitas se guardan para hacer de las suyas entre los locales que por funcionar como bodegas permanecen cerrados, ya que sólo abren para que los que venden en las calles saquen sus mercancías por la mañana o la regresen por la tarde.
—Necesitamos que la gente suba con confianza, aquí arriba han estado asaltando, yo le pedí a un amigo que me prestara su local que está más al paso, porque donde yo estaba había mucho robo, los muchachos que hacen sus desmanes en otras partes suben a guardarse acá —dijo Juanita “A”.
Y ante el proyecto para dinamizar el lugar inclusive con proyectos culturales, que en sesiones de Cabildo han mencionado tanto el Alcalde como regidores, los locatarios manifestaron que sería bueno, pero externaron que lo mismo les han ofrecido anteriores administraciones, y finalmente no se ha hecho nada.
—Al contrario, se han llevado las oficinas de la Japay, del INE, quitaron la guardería para los niños de los que trabajan en el Lucas de Gálvez y en el San Benito y desde hace ocho meses no tenemos baños en el tercer piso —comentó una de las entrevistadas, mientras que otra opinó que, de entrada, deben de retirarles las concesiones a quienes no usen sus locales para vender.
—Si se acabaran los ambulantes y se abrieran todos los pasillos, los vendedores tendrían que abrir sus locales. Si se da cuenta, puede usted pasar por el parque, en el correo, en las escarpas y se va a dar cuenta de que esta vez exageraron, los permisos se vendieron a discreción —comentó Jorge C.
—Todos los locales tienen candado, pero sus dueños salen a las calles a vender como ambulantes, por allá habría que comenzar, hay que meterlos a sus locales, pero para que vendan, el Ayuntamiento debe de pensar en ofrecer actividades artísticas y culturales para que la gente y el turismo se anime a subir —opinó a Punto Medio, María “P”, quien criticó que se permita que los ambulantes tapen las entradas del mercado.
TECHOS
Uno más pidió que las autoridades revisen el estado que guardan los techos, que dicen tiene filtraciones, y otro que se coloquen botes de basura, ya que por flojera muchos de los que rentan locales a los líderes, tiran su basura en los techos de los puestos. —Hasta latas de cerveza te encuentras en los techos —señaló uno de los entrevistados.
El panorama es complicado para los comerciantes que a pesar de todo ocupan sus espacios en el tercer y segundo piso, ya que las ventas al día son de 150 pesos o menos, mientras que en los de abajo, la situación es muy diferente.
—Los líderes son los que meten mano en todo y los Ayuntamientos no hacen nada, dio una de las entrevistadas quien pidió el anonimato para evitar represalias, pero señaló a Thelmi Oxté, sobrina del líder de la CROC Pedro Oxté Conrado, como una de las que se benefició con más de siete locales en lugares preferentes, a pesar de que por reglamento sólo se puede tener como máximo tres.
—Ella tiene varios locales, uno es el que está en la esquina, a lado de pizzería, los renta en 2 mil 800 mensuales o más dependiendo de la ubicación y de lo que se venda, por ejemplo, bolsas o zapatos —comentó esta persona que recordó que hace trece años cuando se les entregó el mercado, los líderes fueron los que se “llevaron la maleta”, ya que dieron espacios a quienes pagaron por ellos prefiriéndolos sobre sus agremiados, a quienes no les dieron nada o les asignaron locales en lugares poco accesibles.
—Muchos pagaron en ese entonces 15 mil pesos o más para mejorar su ubicación, y nadie dijo nada, en ese tiempo era subdirector de mercados Fernando Aguiar —dijo.
